El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer volvió a acoger en Euskal Herria centenares de citas de protesta contra esta lacra y de solidaridad hacia las personas que la sufren.

Euskal Herriko Bilgune Feminista cuantificó en 7.000 las mujeres que participaron en las movilizaciones realizadas por toda la geografía vasca y felicitó a la ciudadanía por la respuesta ofrecida.

Entiende que, con la jornada de ayer, «ha quedado latente que las mujeres están dispuestas a hacer frente a la violencia machista» y animó a emplear la autodefensa más allá de la jornada del 25 de noviembre.

La mayoría sindical vasca fue la primera en salir a la calle con las concentraciones celebradas al mediodía en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria bajo el lema «Desde el sindicalismo, no a la violencia sexista».

Por la tarde llegó el turno de los colectivos de mujeres y coordinadoras. En las decenas de movilizaciones que recorrieron toda la geografía vasca rechazaron la violencia ejercida contra las mujeres.

En las concentraciones y manifestaciones convocadas se reclamó el fin de esta violencia y corearon consignas como «Ez, ez, ez, erasorik ez» y «No es un crimen pasional, es asesinato».

Aunque el tiempo no acompañó a las manifestaciones desarrolladas en las capitales vascas, estas convocatoria de las coordinadoras de mujeres para solicitar que ninguna agresión quede sin respuesta resultaron las más numerosas.

Sorpresa desde París

Mientras que las instituciones de Hego Euskal Herria optaron por organizar alguna de las muchas movilizaciones de ayer, la sorpresa llegó desde París: el primer ministro, François Fillon, declaró que el próximo año se instaurarán varias medidas experimentales para hacer frente a la violencia machista.

Cabe destacar la diferencia existente en la lucha contra la violencia sexista a ambos lados del Bidasoa. Y es que gracias a la lucha llevada a cabo durante décadas por el movimiento feminista, la violencia contra las mujeres es considerada a día de hoy en Hego Euskal Herria como un problema social. En Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, sin embargo, la sociedad todavía califica la violencia machista como «un problema de ámbito familiar».

Esta diferencia también se refleja en el tratamiento que se le da desde las diferentes instituciones. Las instancias dependientes del Estado español, además de verse forzadas a poner en marcha diferentes tipos de recursos, hacen públicos informes que dan cuenta de las cifras de la violencia sexista, algo que hasta ahora era impensable en el Estado francés.

Ha sido esta semana cuando se ha conocido la cifra oficial de las mujeres muertas por violencia sexista en el Estado francés, que asciende a un total de 157 en lo que va de año, más del doble de las víctimas registradas en el Estado español, donde oficialmente son 76.

Para hacer frente a esta situación, París ha decidido declarar la lucha contra la violencia sexista «la gran causa nacional» de 2010 y se ha comprometido a instaurar varias medidas experimentales que habrá que ver qué dan de sí.

En ese mismo plano institucional, el Pleno del Parlamento Europeo también ha elegido estas fechas para votar una resolución sobre la violencia contra las mujeres en la que exige que la violencia sexual y la violación sea reconocida como delito en todos los estados miembros. La votación se celebrará hoy.