El rentable terror realista grabado con cámaras digitales
«Paranormal Activity»
Hace diez años «El proyecto de la bruja de Blair» descubrió lo rentable que salía una película hecha con poco dinero pero lanzada a lo grande, a la vez que puso de moda un tipo de terror de apariencia realista gracias a la sensación de inmediatez de los reportajes grabados con cámaras digitales. Ese estilo documental sigue funcionando con «Pananormal Activity», sobre una pareja que capta fenómenos extraños por la noche en el dormitorio de su casa.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Con «Paranormal Activity» se pone en funcionamiento una nueva modalidad promocional que se ha dado en denominar «estreno por demanda». Los usuarios piden a través de internet que la película se estrene en su ciudad, para evitar así que algunas provincias con un número reducido de espectadores se queden sin su correspondiente copia.
Para antes de la fecha de hoy ya se habían superado las doscientas mil peticiones por ese sistema en el Estado español. Es una manera de dar cobertura tecnológica al método tradicional del boca-oído, asegurándose que funcione como funcionan las campañas electorales, sin querer dejar nada al azar.
Eso se debe a que la película lleva recaudados en los Estados Unidos más de cien millones de dólares, con lo que se ha aumentado considerablemente su poder de influencia sobre el público potencial. Sin embargo, el camino para que una modesta producción que ha costado una irrisoria cantidad de alrededor de diez mil dólares llegue a ser tan rentable ha sido largo y nada fácil.
La película estaba acabada hace dos años y fue presentada en festivales especializados de cine de terror, o mediante pases a nivel local. Las grandes distribuidoras, pese a los precedentes existentes, no se atrevieron a apostar por «Paranormal Activity», e incluso hubo alguna que quería rehacerla totalmente con un mayor presupuesto. Por último, ha sido la Paramount la única compañía en entender las posibilidades del fenómeno en teoría espontáneo, una vez trasladado a los canales masivos de difusión.
Conexión
Hace tiempo que quedó demostrada la conexión entre los vídeos domésticos y el cine comercial, siempre y cuando el realizador aficionado que quiere dar el salto a la gran pantalla sin dinero vaya más allá de las grabaciones familiares. Desde que viera la luz «El proyecto de la bruja de Blair» han pasado diez años, en los que han sido muchos los realizadores dispuestos a aprovechar las ventajas de la era digital. Bien cerca tenemos el ejemplo catalán de Jaume Balagueró y Paco Plaza con las dos internacionalísimas entregas de «Rec». Así que «Paranormal Activity» ya no puede pretender resultar novedosa o conseguir un tipo de impacto hasta ahora desconocido, pero cuenta con todos los adeptos a los trabajos que lucen un aspecto realista gracias a la inmediatez que ofrecen las cámaras digitales.
El debutante Oren Peli parte de una experiencia personal, ya que cuando se mudó a su nuevo domicilio de San Diego se sintió intrigado por extraños ruidos y sucesos que ocurrían en la casa, y de ahí su interés por captarlos. Dicho proceso es llevado a la ficción intentando mantener la impresión documental, sin que se noten los trucos empleados en determinados momentos, gracias a la sensación cotidiana que dan las cámaras de vigilancia. Porque «Paranormal Activity» no es otra cosa, al presentar a una pareja de recién mudados a una urbanización de la periferia de la ciudad que colocan una cámara de alta definición al pié de su cama, a fin de grabar lo que ocurre mientras duermen.
200.000 peticiones se han registrado, antes de que se estrene hoy, para que esta película se vea en sus localidades. Esta nueva técnica pretende evitar que provincias despobladas se queden sin la posibilidad de verla.
Dirección y guión: Oren Peli.
Producción: Oren Peli y Jason Blum.
Intérpretes: Katie Featherston, Micah Sloat, Mark Friedrichs, Amber Armstrong.
País: EEUU, 2007.
Duración: 86 minutos.
Género: Terror
Con ese apellido parece raro que Oren Peli no se planteara el dedicarse al cine. Pero este joven israelí dejó su país y se fue a los EE.UU. para dedicarse al diseño, así que lo de hacer una película ha surgido como una especie de «hobby» o pasatiempos que le ha acabado reportando más beneficios de los esperados. El enorme éxito de su casual ópera prima «Paranormal Activity» le ha obligado a profesionalizarse, aunque sólo lo justo. Para su siguiente realización, un thriller titulado «Area 51», ha pedido un reducido presupuesto de 5 millones de dólares, a fin de no perder la inocencia creativa.M. I.