El Ministerio suizo de Justicia renunció ayer a recurrir la decisión judicial que autorizó la libertad bajo fianza y con medidas cautelares del cineasta franco-polaco Roman Polanski, detenido en Suiza desde hace dos meses por un caso de abuso sexual a una menor cometido en 1977 en EEUU.

El anuncio da «luz verde» a la excarcelación de Polanski previo pago de una fianza de 4,5 millones de francos (3 millones de euros), con lo que el director podrá ser sometido a un arresto domiciliario en su chalet de la estación de esquí de Gstaad, provisto de un brazalete electrónico para evitar su salida de Suiza.

El Ministerio precisó en un comunicado, que ordenará la libertad del cineasta en cuanto se hayan preparado dichas medidas cautelares. Además de las medidas citadas, el polémico director deberá también depositar sus documentos, según lo decidió el Tribunal Penal Federal al decretar ayer su libertad bajo fianza, con el fin de evitar su fuga. Polanski será el primer detenido en Suiza en espera de extradición que va a llevar un brazalete electrónico.

La ministra de Justicia, Eveline Widmer-Schlumpf, dijo que «no veía razón» para recurrir la libertad condicional de Polanski ya que las medidas cautelares anulaban el riesgo de fuga.

Polanski, de 76 años, fue detenido el pasado 26 de setiembre a su llegada al aeropuerto de Zúrich, por un caso de abuso de menores en EEUU que data de 1977, y desde entonces está encarcelado. Desde el anuncio de su probable inminente salida en libertad decenas de periodistas y fotógrafos montan guardia ante las puertas de la prisión con la esperanza de ver salir al director, que se enfrenta a una pena máxima de hasta dos años si es devuelto a EEUU para rendir cuentas ante la Justicia por este caso pendiente.