China y EEUU tratan de insuflar aire a Copenhague con nuevos compromisos
Los Gobiernos de Washington y Beijing buscaron dar un golpe de efecto de cara a la cercana Cumbre sobre el cambio climático de Copenhague al anunciar sendos compromisos dirigidos a reducir la intensidad enérgetica de ambos países. Además, los mandatarios Barack Obama y Wen Jiabao confirmaron definitivamente su asistencia a la conferencia sobre el clima, que se celebrará entre el 7 y el 18 de diciembre.
GARA
Siguiendo los pasos de EEUU, China anunció ayer por primera vez una meta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por unidad de PIB. De esta manera, los dos países más contaminadores del mundo buscaron dar un impulso a la conferencia de Copenhague sobre el clima, que se celebrará entre los días 7 y 18 de diciembre; una cita a la que se mira con un alto nivel de escepticismo.
En una nota del Consejo de Estado, China se comprometió ayer a que su intensidad energética -emisión de CO2 por cada unidad de PIB- se reduzca en un 40-45% para 2020 respecto a las cifras de 2005. Con este nuevo planteamiento, el Ejecutivo chino dobla los esfuerzos del actual Plan Quinquenal (2006-2010), en el que se había comprometido a reducirla en un 20%, aunque aún no es seguro que pueda lograrlo. Cabe recordar que estos compromisos, adquiridos voluntariamente por China, no tienen carácter vinculante.
Margen de maniobra
La intensidad energética es un concepto algo más difuso que una cifra concreta para la reducción de las emisiones de CO2, lo que permite al Ejecutivo chino un cierto margen de maniobra (no equivale a una reducción del 45% en las emisiones de dióxido de carbono).
«Es una acción voluntaria adoptada por el Gobierno chino en base a las condiciones del país y una importante contribución a los esfuerzos mundiales para luchar contra el cambio climático», aseguró el Ejecutivo, citado por la agencia Xinhua.
China se enfrenta actualmente a «una enorme presión y a las dificultades específicas para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero», recordó.
Beijing expresó su determinación de impulsar la energía renovable y la energía nuclear; desarrollar políticas fiscales y financieras «apropiadas»; y aumentar la inversión en investigación y desarrollo de «tecnologías de `cero carbono'».
Xie Zhenhua, representante chino en las negociaciones sobre el clima, afirmó con claridad que la prioridad del país asiático es su crecimiento. «China es un país en desarrollo y la primera tarea a la que se enfrenta es el desarrollo económico y la reducción de la pobreza», dijo.
El anuncio de China ha llegado después de un año de negociaciones, especialmente con EEUU, para que el país asiático asuma mayores compromisos en la lucha contra el cambio climático, pese a que, al ser un país en desarrollo, no está obligado a reducir emisiones según el Protocolo de Kioto.
No es casual que el país asiático haya escogido anunciar sus metas energéticas un día después de que lo hiciera EEUU [en la tarde del miércoles, madrugada en Euskal Herria], ya que entre ambas potencias concentran más del 40% de las emisiones planetarias, y están entre las economías más reacias a aumentar sus esfuerzos.
Washington, por su parte, sí que anunció una cifra concreta de reducción de emisiones (del 17% en 2020 con relación a los niveles de 2005), porcentaje que queda bastante alejado del 40% que solicitará China a las naciones desarrolladas en la cita de capital danesa.
La Casa Blanca también anunció que el presidente Barack Obama asistirá a la conferencia.
Para los analistas, la medida estadounidense buscaba presionar a Beijing, ya que ambos países -los más contaminadores del mundo- son claves en el éxito o el fracaso de la Cumbre.
China se ha comprometido a reducir su intensidad energética entre un 40% y un 45% para 2020 con respecto a las cifras de 2005. El anuncio se produjo horas después de que EEUU dijera que lo haría en un 17%.
Representantes de los nueve países que componen la Amazonía inician hoy una mini cumbre en Manaos para buscar que de Copenhague salga un acuerdo vinculante y no sólo de buenas intenciones.
La organización ecologista Greenpeace denunció que los objetivos de reducción de emisiones anunciados por EEUU y China son «claramente insuficientes».
Para este colectivo, el anuncio del presidente estadounidense, Barack Obama, de reducir en un 17% en 2020 sobre los niveles de 2005, no es suficiente porque supone una reducción del 4-5% para 2020 respecto a los niveles del año 1990.
«El anuncio de China es significativo e importante pero, si queremos detener el cambio climático, China debe aumentar su grado de ambición», indicó Greenpeace, que advirtió de que los países industrializados «no podrán exigir a China que aumente su grado de ambición si no predican con el ejemplo».
El responsable de la ONU sobre el Cambio Climático, Yvo de Boer, también apeló a la «ambición y el liderazgo» de cara a la Cumbre, aunque reconoció que los gestos de Washington y Beijing pueden «desbloquear las puertas para alcanzar un acuerdo amplio». La tensión en las negociaciones ha rebajado las expectativas de la ONU de que la cita danesa concluya con un pacto vinculante. Ahora se busca un acuerdo político que permita desarrollar el convenio a principios de 2010. GARA