El jefe del Estado Mayor del Ejército alemán, Wolfgang Schneiderhan, y el secretario de Estado de Defensa, Peter Wichert, dimitieron ayer después de que el diario «Bild» publicara que el Ministerio ocultó información sobre el número de civiles muertos en un bombardeo en Kunduz (Afganistán) en setiembre.

El actual ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, comunicó las dimisiones en una comparecencia en el Bundestag.

«Bild» reveló ayer un informe militar según el cual el Ministerio de Defensa «tenía claros indicios» de que había habido muertos civiles «apenas horas después del ataque aéreo», ordenado por un militar alemán de la ISAF, pese a lo cual, el entonces ministro de Defensa, Franz Josef Jung, afirmó durante días que el bombardeo sólo había afectado a insurgentes talibán.

Según el rotativo, ese informe fue ocultado por el Ministerio también a la Fiscalía Federal, encargada de determinar si existen suficientes argumentos para abrir un sumario.

Jung, que actualmente es ministro de Trabajo, aseguró ayer, por el contrario, que no descartó la posibilidad de que se hubieran producido víctimas civiles a partir del 6 de setiembre, dos días después del bombardeo. Explicó que los primeros informes, recibidos de fuentes afganas, apuntaban a que las víctimas eran «talibán y sus aliados». En el Bundestag, Zu Guttenber, en cambio, confirmó la existencia del informe que cita «Bild».