La activista saharaui Aminatu Haidar, que prosigue con su huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote para exigir su regreso a El Aaiún, continúa recibiendo múltiples muestras de apoyo de instituciones, partidos políticos y ciudadanos, que contrastan con la cerrazón del Gobierno marroquí. El cónsul de este país en Canarias, Abderraham Leibek, afirmó ayer que «únicamente ella puede salir de esta situación que ella misma ha creado. ¿Cómo?, pidiendo perdón, por ejemplo».

Mañana, muchas voces de la cultura se unirán en la explanada de Guacimeta de Playa Honda de Arrecife. El domingo, habrá un macro concierto en Madrid en el que se leerán mensajes de escritores como José Saramago o Eduardo Galeano.

En Castilla-La Mancha, 14 mujeres saharauis iniciaron el miércoles a la noche un ayuno de 24 horas, según informó la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui. Subrayó que «la injusticia cometida por la complicidad entre el Gobierno español y el marroquí no debe ser silenciada ya que atenta de manera grave contra lo contemplado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en cuanto a la libre circulación, a la retención en contra de su voluntad, al destierro, al derecho a salir de cualquier país. Haidar fue expulsada y alejada de sus hijos y familia por el Gobierno marroquí, y el español la obligó a entrar en España en contra de su voluntad, a pesar de no tener pasaporte», añadió.

Por su parte, el Parlamento de Canarias aprobó una declaración institucional en la que emplazó al Gobierno español a reclamar ante Marruecos la vuelta al Sáhara de Haidar.

Condenó, además, toda vulneración o menoscabo de los derechos fundamentales del pueblo saharaui y llamó a la ONU a garantizar el derecho de reunión, asociación, educación, expresión y manifestación.

La declaración fue leída en presencia del representante del Frente Polisario en Tenerife, Hamdi Mansour, entre otros ciudadanos saharauis.

El partido independentista Congreso Nacional de Canarias responsabilizó al Gobierno español de la situación de Haidar y recordó que ésta nació en 1966, cuando el territorio saharaui era una colonia española, por lo que «tiene derecho a tener pasaporte español».

Desde Euskal Herria, EA mostró su «total solidaridad» con Haidar y la lucha por la independencia de los saharauis. A Madrid le emplazó a hacer «todas las gestiones políticas para obligar a Marruecos a permitir su regreso». En la misma línea se pronunció Nafarroa Bai, que se sumó a la concentración realizada frente a la Delegación del Gobierno español en Iruñea.