Moscú confirma la tesis de atentado al paso de un tren y con 26 muertos
El servicio secreto ruso (FSB) anunció el hallazgo de restos de un artefacto explosivo de fabricación casera junto a la vía del tren Nevski Express, que descarriló el viernes por la noche con un saldo provisional de 26 muertos y un centenar de heridos. Se da la circunstancia de que el mismo tren sufrió hace dos años otro descarrilamiento que fue atribuido por Moscú a un atentado imputado al líder de la resistencia islamista caucásica, el checheno Doku Umarov.GARA |
El servicio secreto ruso (FSB) confirmó que el descarrilamiento del tren de pasajeros Nevski Express, que cubría la ruta entre Moscú y San Petersburgo, fue provocado por un atentado.
El suceso dejó un saldo provisional de 26 muertos y un centenar de heridos, la mitad de ellos graves. A última hora de ayer se desconocía el estado de al menos 19 personas. El descarrilamiento tuvo lugar a las 21,34 horas del viernes en el límite entre las regiones de Novgorod y de Tver (noroeste), en una zona boscosa y pantanosa cerca de la localidad de Uglovka, a 284 kilómetros de la capital.
El tren, que cubría uno de los trayectos ferroviarios más frecuentados del país, estaba compuesto por 14 vagones y llevaba a bordo a 660 pasajeros, según el Ministerio de Situaciones de Emergencia. Los más afectados fueron los cinco vagones de cola. Los tres últimos eran practicamente un amasijo de hierros.
Desde el primer momento la Fiscalía general rusa privilegió la hipótesis de un atentado.
El presidente ruso, Dimitri Medvedev, reunió durante la mañana en su residencia campestre de Gorki al Gabinete de Crisis, que guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas en un acto emitido por la televisión pública.
La gobernadora de San Petersburgo, Valentina Matvienko, aseguró que dos altos responsabless, el director de los Fondos de Reserva de Urgencia (Rosreserv), Boris Evstratikov, y el antiguo senador Sergei Tarassov se contaban entre los muertos.
Hasta tres explosiones
«Hemos descubierto y retirado los restos de un artefacto explosivo artesanal de una potencia equivalente a siete kilos de TNT», confirmó el jefe del servicio secreto (FSB), Alexandre Bortnikov. Horas más tarde, diversas fuentes se hicieron eco de poco claras informaciones que daban cuenta de otras dos explosiones en la misma zona de la vía, una antes del paso del tren y que se habría debido a un error del temporizador, y la segunda bien entrada la mañana de ayer. Ninguna habría provocado víctimas.
El ministro de Interior, Rachid Nurgaliev, aseguró que la Policía tendría indicios de los autores del atentado.
El mismo Nevski Express, uno de los más modernos del parque ferroviario ruso, sufrió un descarrilamiento el 13 de agosto de 2007 que fue presentado oficialmente como un atentado. Dejó entonces un saldo de 60 heridos y fue imputado al líder de la resistencia islamista caucásica, el checheno Doku Umarov. Fueron directamente acusados dos ciudadanos ingushes en un juicio que aún no ha acabado. Uno confesó haber trasladado los explosivos pero admitió haber inculpado falsamente al otro procesado.
Expertos pusieron entonces en duda de que se tratara de un atentado y criticaron la investigación. Hicieron lo propio tras el descarrilamiento del viernes y adelantaron una hipótesis alternativa: el Nevski Express está equipado con frenos magnéticos que, en caso de frenado de emergencia, emiten un ruido ensordecedor. Estas fuentes insistían, pese a la versión oficial, en que la última tragedia pudo ser resultado de «un defecto del raíl o de la presencia de un objeto extraño en la vía».
El Consejo de Europa ha emitido un informe esta semana en el que constata que la situación de los derechos humanos en el Cáucaso del Norte ha sufrido un severo retroceso en lo que va de año. Además de certificar un incremento de la actividad de los grupos guerrilleros, el informe añade que los secuestros y asesinatos a cargo de escuadrones de la muerte han aumentado en Chechenia, y que «en Ingushetia y Daguestán el estado de cosas es igualmente inestable (...) a la vez que se mantiene la impunidad (de la Policía y los servicios secretos) como tendencia».
Estas conclusiones, entre otros señalamientos que ponen en entredicho la labor «pacificadora» del gobierno ruso en el Cáucaso del Norte y exigen a Moscú respetar los derechos humanos en esa región, se desprenden del informe que difundió el Comisario para los Derechos Humanos del Consejo de Europa, Thomas Hammarberg, tras realizar un viaje a Chechenia e Igushetia del 2 al 11 de septiembre anteriores.
Hammarberg instó a Rusia a investigar todas las denuncias, recordó que no se puede condenar a nadie cuyo testimono inculpatorio haya sido arrancado bajo torturas y exigió a Rusia que deje de reprimir masivamente a familiares de sospechosos.
Desde 1999, el Tribunal de Estrasburgo ha emitido más de 100 resoluciones contra Rusia. GARA