Uno de los grandes clásicos del fútbol europeo, el partido entre FC Barcelona y Real Madrid, llega hoy a su primera entrega en el Camp Nou pendiente del duelo entre dos estilos diferentes de entender el fútbol. El Barcelona del toque y el fútbol brillante, con el que conquistó todos los títulos posibles se enfrenta al nuevo Real Madrid, renovado a base de talonario, que juega a impulsos de sus estrellas pero con una pegada que le ha convertido en líder de la Liga.

El Barcelona llega al día clave con un objetivo claro, recuperar ese liderato que el conjunto blanco le arrebató la pasada jornada y con la duda de si podrá contar con sus dos mejores bazas ofensivas, el argentino Lionel Messi y el sueco Zlatan Ibrahimovic. Ambos delanteros descansaron el pasado martes ante el Inter de Milán, pero ayer se entrenaron en la Ciudad Deportiva al mismo ritmo que el resto de sus compañeros.

El Real Madrid, por su parte, llegará a Barcelona con el recuerdo del doloroso 2-6 del Santiago Bernabéu la temporada pasada, y Manuel Pellegrini puede cambiar de idea sobre la marcha. Desde su llegada intenta eliminar la idea de jugar al contraataque, salir a tener la pelota, pero el equipo que alineará en el Camp Nou plantea la velocidad como el principal argumento para destruir la fomidable elaboración azulgrana. Piensa en un once con Cristiano y Benzema como bazas ofensivas, sin el capitán Raúl -suplente por tercera vez en su carrera ante el Barcelona-, y con la duda de alinear o no al enrachado Gonzalo Higuaín.

Todo ello en un partido con un sinfín de alicientes, como ver a Xabi Alonso enfrentándose al Barça con la camiseta merengue por primera vez o la esperada vuelta de Cristiano Ronaldo a un campo en el que no dejó un buen recuerd0 el año pasado.