Osasuna quiere ganar tranquilidad hoy en una salida cómoda en cuanto a distancia pero inhóspita por el recibimiento siempre adverso que recibe tanto el equipo como sus aficionados en sus visitas a Zaragoza. Deportivamente, La Romareda tampoco es nada hospitalaria con los rojilllos, que de las once últimas visitas sólo ha conseguido puntuar en tres de ellas, en la temporada 1990-91, con un empate a cero, y en la 2001-02 y en la 2006-07 en que logró sendos triunfos por 0-1 y 1-2, respectivamente.

Pero al margen de la rivalidad existente y de la necesidad de ambos equipos por puntuar -la derrota de cualquiera de los dos le acercaría demasiado a los puestos de descenso- el choque de esta tarde viene marcado por las numerosas bajas que arrastran ambos equipos.

Tras dos derrotas consecutivas, los rojillos afrontan el viaje a Zaragoza con cinco bajas -las de los lesionados Nacho Monreal y Ludovic Delporte, y las de los sancionados Patxi Puñal, Miguel Flaño y Walter Pandiani, los dos últimos expulsados ante el Valencia y el primero después de ver la quinta amarilla el pasado domingo- y Camacho se vio obligado a desplazar a todos los jugadores disponibles.

Tampoco está mucho mejor el equipo aragonés, que también tiene significativas ausencias, sobre todo en la delantera, donde Marcelino esperará hasta última hora para alinear a Ewerthon, su único delantero disponible, tras superar un proceso gripal. Durante la semana el entrenador del Zaragoza, ha dejado entrever que la pareja atacante podría estar formada por un hombre de banda reconvertido a delantero como Ángel Lafita junto al colombiano Abel Aguilar, que hasta la fecha cuando ha actuado de media punta ha sido cuando mejor rendimiento ha ofrecido.

En la línea defensiva el técnico asturiano se verá obligado a contar con Marko Babic en el lateral izquierdo por la sanción de Javier Paredes y la duda estará en quién formará la pareja de centrales para la que Fabián Ayala, Paco Pavón y Raúl Goni son los aspirantes a esos dos puestos.

Pérdida de frescura

En la previa del partido, José Antonio Camacho, aseguró que los últimos resultados adversos no han mermado la confianza del grupo, si bien reconoció que el equipo ha perdido frescura con el balón y considera que para ganar en Zaragoza deben darle más sentido al juego.

«No hemos perdido la confianza con los últimos resultados. Quizá hemos perdido un poco de frescura con el balón. Antes lo veíamos más claro y ahora más obtuso. Los rivales cuando juegan contra nosotros lo hacen con todos los sentidos y al cien por cien, por eso la clave para ganar mañana será darle más sentido a nuestro juego», declaró el técnico rojillo.

El murciano no quiso incidir en las bajas que arrastran pero sí reconoció que la ausencia de Pandiani puede condicionar el juego de su equipo. «Con Pandiani tenemos una manera de jugar más directa y, sin él, será un poco menos. Lo importante es que cuando tengamos el balón, le demos sentido al juego constantemente», insistió.

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