Adolfo Muñoz, «Txiki» y Mikel Noval, secretario general y secretario de Política Social, de ELA respectivamente, recordaron ayer en Bilbo que el Gobierno de Patxi López no tiene en cuenta a la mayoría sindical vasca en su reclamación unitaria de la transferencia de las políticas activas y pasivas en materia de empleo. Muñoz tachó de «mercancía averiada» la transferencia en los términos que se conocen en este momento y recordó que los gobiernos de Madrid y Lakua quieren aplicar la «uniformización» en la política de empleo, que ha supuesto «un rotundo y clamoroso fracaso, porque estamos a la cabeza del paro en la Unión Europea», incluso en el entorno de la OCDE.

Los representantes de ELA recordaron que en el encuentro que mantuvieron con el lehendakari hace ya casi seis meses le mostraron la necesidad de «información y participación respecto a las posiciones de los gobiernos español y vasco en materia de empleo» y, a la vez, exigieron que «no se acepten transferencias que no respeten el marco competencial» y que «los ingresos de las transferencias -empleo, formación, salud laboral, seguridad social- tienen que venir acompañadas de la gestión de los fondos correspondientes, incluidas las cotizaciones sociales relacionadas con estas materias». Sin embargo, por lo anunciado por Patxi López no será así cuando se produzca, «sea en enero o en setiembre del próximo año».

«Enorme gravedad»

Muñoz y Noval denunciaron que la falta de información y de transparencia en esta materia es un hecho de «enorme gravedad», que muestra «el comportamiento antidemocrático del Gobierno de Gasteiz en una cuestión, como las competencias de empleo y formación, que nos atañe directamente como trabajadores y trabajadoras». Recordaron que, de confirmarse «la asunción de estas competencias aceptando las tesis históricas del Estado español», el Gobierno de Patxi López estaría dando «un paso atrás en la defensa del autogobierno, renunciando a realizar una política de empleo adecuada a las necesidades existentes y se limitaría a seguir las líneas decididas en el Estado que, ni los consejeros del PSE aceptaron en gobiernos anteriores». Para Mikel Noval ese hecho supondría la asunción de «ser meros gestores de unas políticas de empleo ineficaces», y que «han llevado al Estado español a la cabeza del desempleo en Europa», añadió el secretario general de ELA, Txiki Muñoz.

Financiación extra

El secretario general de ELA recordó que con esa actuación «los sindicatos españoles y la patronal están de acuerdo. Es un modelo fracasado y lo saben, pero es un modelo que permite a esos empresarios y sindicatos estar eternamente agradecidos porque les ofrece una fuente de financiación nada despreciable. Es la función que cumple ese acuerdo».

Muñoz denunció en esta línea que «el diálogo social se monta en base a acuerdos vacíos» y «de esa manera el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, agradece de forma pública que, pese a la crisis existente, no se hace ruido en la calle. Es el precio que pagan». También recordó que «es la crisis más barata de todas para los empresarios, porque echan a la calle a los trabajadores sin ningún impedimento y a bajo coste». Por otra parte, afirma que la creación de Lanbide como sociedad pública de derecho privado «posibilita que la contratación de personal se realice de forma menos transparente».

Por su parte, CCOO de Euskadi rechazó ayer «el mercadeo político» sobre las transferencia de las políticas activas de empleo, entre PSOE y PNV y «emplazó a la definición de propuestas para concretar las transferencias cuanto antes».