Ofensiva represiva del Gobierno español
Madrid fija un nuevo récord de presos políticos tras la última redada: 762
Hay que retrotraerse casi 35 años atrás para encontrar una cifra de presos políticos vascos mayor al actual. Sucedió en el marco de la ofensiva represiva que precedió a la muerte del dictador Franco. Ahora, en un momento en que vuelven a cimentarse opciones de cambio político, Madrid ha aumentado hasta 762 la cifra de los vascos presos. La última redada contra los jóvenes independentistas lo ha posibilitado con 31 encarcelamientos en tres días.
GARA | DONOSTIA
La redada de la semana pasada, ordenada por el juez Fernando Grande-Marlaska contra jóvenes independentistas vascos, no sólo ha sido una de las mayores de los últimos años, sino que, además, ha posibilitado que se fije un nuevo récord de prisioneros políticos vascos: 762. Esta cifra sólo fue superada en la época franquista, en que por ejemplo se alcanzaron los 860 con los estados de excepción declarados de finales de 1969.
Nunca en los últimos se había producido una redada con tantos encarcelamientos de golpe. En total han sido 31 los jóvenes que el fin de semana han sido enviados a prisión por mandato de la Audiencia Nacional española bajo la acusación de militar en la organización juvenil Segi.
Esa cifra ha ido a engrosar la lista del Colectivo de Presos Políticos Vascos en un contexto político muy especial. A día de hoy, los vascos encarcelados en el Estado francés por motivos política son 164, y en el Estado español casi 600.
Más de cien jóvenes detenidos
El contexto político siempre ha ido parejo al aumento de las detenciones y encarcelamientos, tanto en el franquismo como en las últimas tres décadas. Como botón de muestra están las embestidas del Gobierno español y el tribunal especial de Madrid contra jóvenes independentistas. Así, cabe recordar cómo tras el final del proceso de negociación en junio de 2007, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció una ofensiva represiva a la que puso incluso una cifra: 200 detenciones y encarcelamientos.
Tras este anuncio, sólo entre julio de 2007 y mayo de 2008 hubo más de 70 jóvenes que fueron detenidos en el marco de los operativos policiales definidos por Madrid como «contra la kale borroka» pero que en realidad, como ahora, pretendían actuar directamente contra la organización Segi y otras organi- zaciones políticas y sociales.
Desde agosto de 2008, en Hego Euskal Herria -en los tres herrialdes del norte del país ya hubo una redada en 2007 con 14 jóvenes detenidos- ha habido al menos otras cinco redadas contra jóvenes independentistas, con cerca de una treintena de detenciones. Y a esta cadena de operativos y arrestos hay que añadirle ahora el encarcelamiento de 31 jóvenes de golpe.
A finales del año 2008, tras la campaña que Rubalcaba anunció incluso en el ámbito internacional y que se concretó en encarcelamientos masivos como los del «caso 18/98», la cifra de presos políticos vascos marcó un récord al superar los 750. Durante este año las excarcelaciones habían sido ligeramente superiores a los ingresos en prisión. Pero ahora se dispara otra vez hasta más de 760.
En Atarrabia fueron 40 las personas que se movilizaron contra el encarcelamiento de los jóvenes independentistas y 150 en Sestao. En el pueblo vizcaino dos jóvenes fueron identificados ayer por la mañana por colocar carteles, «con precinto», en denuncia de los arrestos.
Un coche camuflado de la Guardia Civil que el sábado por la tarde trasladaba a la Audiencia Nacional española a una de las jóvenes vascas detenidas en la madrugada del martes atropelló mortalmente a una anciana madrileña tras irrumpir a gran velocidad en la acera por donde paseaba. La familia de María Carmen Moreno, de 84 años, ha interpuesto una denuncia por homicidio en el Juzgado de Instrucción número 18 de la capital española.
Según informó «El País», un portavoz de la Guardia Civil aseguró que «el coche iba con una luz azul y con la sirena puesta y esquivó a un vehículo que se le cruzó. Eso le obligó a subirse a la acera». Sin embargo, no sólo la familia discrepa de esa versión. Un policía español, fuera de servicio, ha ejercido de testigo del trágico atropello. Según afirma el citado rotativo, este hombre vio cómo del Renault Laguna recorría la calle de Bravo Murillo a gran velocidad, saltándose todos los semáforos y subiéndose a la acera, donde atropelló a la octogenaria. La mujer de 84 años falleció horas después en el Hospital Gregorio Marañón.
Además, este testigo afirmó que del vehículo policial descendieron tres personas con el rostro cubierto por un pasamontañas, que cambiaron las placas del coche y que intentaron marcharse del lugar. «El testigo les retuvo hasta que llegó la Policía Municipal y ésta le practicó al conductor la prueba de alcoholemia», prosigue la información. Ayer se supo que la familia de la fallecida ha interpuesto la denuncia judicial. GARA