Velocidad de crucero. Saber a qué atenerse. Encontrar el norte. He ahí la tarea más ardua que le espera a Bizkaia Bilbao Basket en estas fechas. Después de un mal arranque liguero y el esperanzador comienzo de Eurocup, los de Txus Vidorreta tienen ante sí un reto doble: ganar al Spartak de San Petersburgo y ponerse al frente del grupo E y encontrar una regularidad que hasta la fecha sólo la personifica un Alex Mumbrú cuya labor, si le aplicáramos la terminología de la NBA, estaría siendo digna del «robo del draft».

Obviamente, estas dos tareas no son antagónicas entre sí, pero sí reflejan que el horizonte del partido de esta noche queda demasiado cerca para las miras bilbainas. Los hombres de negro están inmersos en un maratón que los llevará a tener que jugar dos partidos en menos de 72 horas y, ante semejante reto, lo principal, amén de mantener la plantilla sana, cosa que se cumple con la salvedad de Chris Warren, que quizá regrese para el duelo de Illunbe, es saber dónde se ubican los cuatro puntos cardinales de la escuadra bilbaina.

Desde luego, éste es el mejor momento de los pupilos de Vidorreta desde que arrancara la campaña. El equipo ha recuperado la intensidad y la continuidad en el juego de temporadas anteriores y ya parece preparado para los envites que le depararán la temporada, entre ellos una Eurocup en la que, como el año pasado, quiere tener continuidad después de su afortunado estreno en el Spirou Dome.

Un triunfo esta noche le dejaría con el camino medio hecho para alcanzar el Last 16. Para ello deberá superar a un rival que aún no conoce la victoria en la Superliga rusa, en la que es colista disputadas ya nada menos que seis jornadas.

Mejor de tapado

Tras un arranque liguero tan calamitoso, el rival de los de Vidorreta tampoco partía como favorito en su estreno de la Eurocup, pero fue capaz de superar al más acreditado Turk Telekom en la primera jornada. Fue sólo por dos puntos (85-83), pero resultó una victoria importante para los dirigidos por el técnico israelí Zvi Sherf.

En principio, los rusos se ponen la venda antes de la herida. «Pude ver la pasada Final Eight de Turín y Bilbao Basket demostró ser un muy buen equipo, típico de la ACB, que sabemos es la liga más fuerte de Europa. Desde luego que para nosotros éste es el partido más duro de la primera fase. Por tanto, no podemos partir como favoritos, pero nos emplearemos a fondo para ganar y acceder a la segunda fase», recalcaba Sherf.

Según su homólogo en Bilbo, Txus Vidorreta, el epicentro de su rival de hoy es el juego entre White y Fields.

«Fields juega para el equipo y apenas busca su anotación, salvo en los segundos finales de la posesión, mientras que White es todo lo contrario: un alero finalizador que mira mucho el aro y que prefiere penetrar que tirar», declaraba el de Indautxu.