Marruecos veta a última hora el retorno pactado por Haidar con Madrid
La activista saharaui Aminatu Haidar tuvo que regresar a la terminal del aeropuerto de Lanzarote en medio de la decepción. Ya estaba embarcada cuando Rabat denegó el permiso de aterrizaje. En el avión iba el jefe de gabinete de Moratinos y una diputada del PSOE.GARA |
La misma ambulancia que trasladó a Aminatu Haidar de la terminal del aeropuerto de Lanzarote al avión medicalizado que la iba a llevar de regreso a El Aaiún, tuvo que devolverla al mismo lugar después de que Marruecos vetara el viaje.
Haidar había alcanzado un acuerdo con el Ministerio de Exteriores español, que le dio un salvoconducto para poder viajar. Para ello, dispuso de un avión medicalizado en el que también iba a ir el jefe del gabinete del ministro Miguel Angel Moratinos y la diputada del PSOE Denia Blanco. Ante vuelco en su situación, la activista saharaui anunció que dejaba la huelga de hambre, que inició hace 19 días para protestar por su expulsión y exigir su derecho a regresar a El Aaiún.
Un centenar de personas la despidieron formando un pasillo con las manos entrelazadas y entre fuertes aplausos. Su alegría, sin embargo, duró poco porque sobre las 20.31, hora canaria, la ambulancia de AENA la llevó nuevamente hasta la zona de estacionamiento de los autobuses. En el último momento, cuando ya habían embarcado, Marruecos denegó el permiso de aterrizaje. Ayer mismo solicitaron un nuevo permiso para que el avión pudiera despegar durante la noche.
Horas antes, parlamentarios marroquíes reconocían en Madrid que en anteriores ocasiones Haidar entró sin problemas definiéndose como saharaui, excusa que puso Rabat para justificar su expulsión. Dicho esto, Mohamed Cheij, presidente de la Cámara de Consejeros y secretario general de Autenticidad y Modernidad, afín al rey dijo que Haidar «está siendo manipulada por los servicios secretos argelinos» para boicotear el proceso de diálogo entre el Frente Polisario y Marruecos.
Durante estos 19 días ha recibido múltiples muestras de apoyo, desde el premio Nobel de Literatura José Saramago hasta el director de cine británico Ken Loach.
El Gobierno español le propuso a Haidar que solicitara la concesión del estatuto de refugiada, que rechazó. Conforme avanzaba la huelga, Moratinos le ofreció la nacionalidad española, mientras que la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega le instaba a dejar la huelga y «facilitar una salida».
El 3 de diciembre, el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz, instó a la Liga Árabe a intervenir.