Parece que poco a poco la NBA se va recuperando de uno de sus mayores baches en cuanto a juego y anotación. Tras una década en la que las defensas parecían ser lo más importante, las anotaciones comienzan a remontar el vuelo y el espectáculo se muestra más agradecido para el espectador.

Aunque desde el baloncesto europeo siempre se haya visto mal, como consecuencia de un juego pobre y poco ordenado, equipos como Phoenix Suns, Denver Nuggets, Golden State Warriors y Sacramento Kings están ofreciendo marcadores atractivos para los amantes del baloncesto más ofensivo.

Lo cierto es que en una temporada regular de 82 partidos, en la que puedes llegar a jugar cuatro partidos por semana y hoy estás aquí pero mañana a 3.000 kilómetros, parece más práctico salir a lo tuyo, correr y tirar, que estudiar al rival.

Los cuatro anillos de San Antonio y la presencia de muchos técnicos de filosofía defensiva han creado una sombra alargada. De hecho, no hay que olvidar que el último anillo de los Spurs supuso la final menos seguida por televisión de la historia.

Así que, quizá, lo que en el baloncesto FIBA sería considerado un correcalles, en la NBA pueda ser un reflejo de lo que supone jugar tantos partidos en cinco meses contra 29 equipos diferentes. Y no por defender menos, o hacerlo de otra manera, deja de ser baloncesto.

En la mayoría de los casos, el hecho de que un equipo defienda más o corra más depende exclusivamente de las fobias de su entrenador jefe. Así, si los Greg Popovich y Jeff Van Gundy de este mundo conviven con una adicción al control absoluto del juego, los George Karl, Mike D'Antoni y Don Nelson prefieren explotar aspectos como la velocidad y los sistemas de ataque simples a costa de recibir más puntos. Porque se puede jugar a recibir menos de los que anotas, pero no debería ser menos lícito jugar a meter más de los que recibes.

En la actualidad, los cinco equipos que más anotan son Denver Nuggets (110.55), Golden State Warriors (109.84), Phoenix Suns (109.33), Toronto Raptors (105.68) y Sacramento Kings (104.84). Curiosamente, los Nuggets de Karl y los Warriors de Nelson están en lo alto.

Phoenix hereda la inercia de haber contado con D'Antoni durante varios años. Toronto sorprende, aunque recibe algo más de 109 puntos por partido, así que quizá debería pulir algo más su juego. Y Sacramento es uno de esos equipos jóvenes y alocados que de la mano de Paul Westphal está encontrando un camino a seguir, basando su anotación en el talento de jóvenes promesas como Martin, Evans y Thompson.

Beneficiados

Claro que anotar mucho sin meter más que el contrario es igual a perder. En el caso de Golden State, Toronto y Sacramento, su tendencia atacante no es suficiente para ganar y asentarse en los puestos de play off.

Tanto Phoenix como Denver ocupan las primeras plazas del Oeste con los Lakers como líderes indiscutibles siendo el séptimo equipo que más anota en la liga. La tendencia del Este sí parece estar basada en el control, con Celtics y Cavaliers entre los que menos puntos por partido reciben y que mejor average tienen.