La sociedad civil busca respuestas en la cumbre alternativa de Copenhague
Organizaciones no gubernamentales, movimientos ecologistas y comunidades indígenas, entre otros, buscan soluciones a los problemas planteados por el calentamiento global en el foro alternativo a la Cumbre sobre el Cambio Climático de Copenhague, Klimaforum. «¡Sólo la presión ciudadana podrá salvar el planeta!» aseguran en la llamada cumbre «de la gente real», que el lunes pidió «justicia climática».Slim ALLAGUI |
Indígenas de la Amazonía, campesinos de Malawi, esquimales de Groenlandia, activistas antinucleares y colegiales daneses: la sociedad civil busca en el Klimaforum de Copenhague, la cumbre alternativa a la conferencia sobre el clima de Naciones Unidas, sus propias soluciones al calentamiento global.
«¡Sólo la presión ciudadana podrá salvar el planeta!», exclama Elis Ngacimek, un estadounidense de 30 años de la isla de Kodiak, al sur de Alaska, donde «el calentamiento global ya es una realidad preocupante».
Forma parte de los 500 voluntarios para atender a las cerca de 10.000 personas que se esperaban en este «People's Climate Summit», la cumbre «popular». «Me gusta esto. Aquí estamos de fiesta, aunque el desajuste climático no sea muy alegre», dice.
«Es un espacio abierto a todos, cada uno puede aportar sus ideas, discutirlas y desarrollar soluciones constructivas a la crisis del clima, lejos de los redundantes discursos oficiales», explica, entre dos conversaciones telefónicas, Kristine Holten-Andersen, portavoz danesa del foro.
Klimaforum 09 tiene su sede en un centro deportivo ultra-moderno, cerca de la estación central de Copenhague y tiene aires de festival, con una oferta que incluye unos 150 debates y presentaciones, unas 50 películas, piezas de teatro, conciertos y exposiciones de todo tipo.
Efectos «reales»
Mientras amontona bolsas de yute, como lo hacen los indios insulares del delta del Ganges para protegerse de las inundaciones provocadas por los ciclones y los monzones, Pradip Saha, un barbudo con rostro sereno, de la ONG Center for Science and Environment en Nueva Delhi, trata de mostrar, recurriendo a fotografías y películas, que los problemas climáticos son «reales» en su país.
«La erosión devora cada día la tierra y la subida de las aguas del mar la hace impropia al cultivo. Y son los más pobres, lo que apenas emiten CO2, los que pagan el precio más alto», asegura.
Unos alumnos daneses, acompañados por su profesor, intentan entender la situación de las islas que corren el riesgo de desaparecer. «Es interesante conversar con la gente de estos países para saber cómo viven esta amenaza», cuenta Nicco Halberg, de 14 años.
Un grupo de sexagenarios, reunidos en «cónclave» delante de los carteles de Tíbet, se toman un café ecológico luciendo unas camisetas azules con el eslogan «How long can we wait? We are not waiting» (¿Cuánto tiempo podemos esperar? No vamos a esperar).
«Tratamos de convencer a las mujeres de que preparen cenas sin demasiada carne de buey (cuya ganadería genera metano, un importante gas de efecto invernadero), con más frutas y verduras, utilizar bolsas recicladas y reutilizables para hacer la compra», explica Karen Inger Callisen, miembro de la sección danesa de la red internacional de mujeres Soroptimist.
El foro es un lugar de intercambio pero también de expresión de las frustraciones de los países en desarrollo, que negocian, a unos kilómetros de ese lugar, unos textos extremadamente técnicos en la sede de la conferencia oficial.
Los países industrializados tienen que «pagar ahora su deuda climática», subraya Guillermo, un boliviano. «Para muchos países pobres es una cuestión de vida o muerte. Los países contaminantes tienen que pagar si queremos que la palabra justicia tenga sentido», sostiene.
La Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático de 2011 se celebrará en Sudáfrica, por primera vez en un país africano, y en 2012 se trasladará a Asia, aunque no se sabe a qué país. La de 2010 está prevista en Ciudad de México y puede ser determinante para firmar un acuerdo vinculante.
China emitió una enérgica protesta durante la sesión plenaria de ayer después de que a uno de sus ministros se le impidiera en varias ocasiones entrar en la conferencia del Bella Center, a pesar de contar con la acreditación correspondiente.
Los líderes de la Unión Europea (UE) tratarán en una cumbre que se celebrará entre hoy y mañana de dar un impulso a la conferencia de Copenhague, prometiendo una ayuda inmediata a los países pobres para enfrentar el cambio climático, pese a sus reticencias a la hora de comprometer fondos. Los 27 tienen previsto aprobar una ayuda de 2.000 millones de euros anuales a partir de 2010 para los países que sin recursos adicionales no podrían comprometerse en la lucha contra este fenómeno. Pero no será un compromiso fácil de arrancar, especialmente en un contexto de crisis económica y presupuestos ajustados. Al tratarse de dinero inmediato, las ayudas a los países pobres serán voluntarias.
Respecto a la cumbre de Copenhague, Greenpeace denunció la suspensión de la sesión plenaria de ayer por considerar que pone en peligro un acuerdo vinculante que proteja a los países más amenazados. Señaló que para «los países más vulnerables del mundo, ésta es una cuestión de supervivencia» y recordó que «sólo un acuerdo legalmente vinculante puede darles la confianza de que su futuro estará garantizado». Ante el desacuerdo reinante, la presidenta de la conferencia, Connie Hedegaard, dictó un receso para comer, con intención de reanudar la negociación por la tarde. GARA