Unos jugosos beneficios no justifican el cierre de una empresa; unos beneficios mayores, sí
Los trabajadores de una empresa de Leioa anunciaron ayer «fuertes movilizaciones» en defensa de sus puestos de trabajo. En plena crisis económica es lamentable pero «normal» la pérdida de puestos de trabajo y el cierre de empresas. Eso es lo que la patronal, con la complicidad de las instituciones, pretende hacer creer y asumir a los ciudadanos. Sin embargo, jamás se refiere a las empresas que no sólo no renuncian a aumentar beneficios, sino que lo hacen a costa del sacrificio de los trabajadores. La empresa mencionada, Vicrila, ha obtenido grandes beneficios en los últimos años, y sigue estando económicamente saneada; no obstante, tras dos ERE, la multinacional Arc International, propietaria de Vicrila, ha anunciado su cierre en un plazo máximo de cuatro años. Si eso ocurre, los 360 trabajadores de la fábrica quedarían sin empleo, y habría que sumarles otros 750 de las empresas de la zona subcontratadas. Sin embargo, los directivos de Arc Internacional pensarán que no es para ponerse así, pues las subvenciones por trasladar la producción a una planta del Estado francés que genera pérdidas justifica ese sacrificio. Ya se sabe que los momentos duros han de afrontarse «entre todos».