Los presos islamistas marroquíes se encuentran en huelga de hambre para denunciar las condiciones de vida que padecen, según informó a GARA un portavoz del colectivo desde el interior de una prisión. La protesta comenzó hace dos semanas y varios de los huelguistas se encuentran ya en una situación muy precaria, llegando a vomitar sangre y sin recibir atención médica.

Los huelguistas se encuentran en prisiones como la de Settat, a 80 kilómetros de Rabat; Agadir, Fez o Mequinez y su número alcanzaría los 500. «Muchos de ellos están dispuestos a llegar hasta la muerte», destaca un portavoz de los huelguistas.

El motivo de la protesta es el empeoramiento de las condiciones de vida en las prisiones marroquíes desde que el rey Mohammed VI nombrara en abril de 2008 a Mulay Hafid Benhachem delegado general de la Administración Penitenciaria y Reinserción.

«Este hombre está haciendo cosas increíbles en las prisiones marroquíes. Quiere hacer retroceder Marruecos hasta la década de 1980 y eliminar cualquier pequeño avance que haya habido desde entonces», explicaron.

Los presos denunciaron que los carceleros han llegado a romper el Corán a los presos islamistas. «Esto es algo inconcebible en un país islámico. Parece Guantánamo», destacaron.

En marzo de 2008, los presos islamistas marroquíes ya protagonizaron otra huelga de hambre , una forma de protesta que se repite periódicamente en las cárceles.