Abogados vascos se suman a la marcha del 2 de enero
Un nutrido grupo de abogados anunció ayer en Bilbo su adhesión y animó a la ciudadanía vasca a participar en la manifestación convocada para el 2 de enero en las calles de la capital vizcaina por Etxerat para el lema «Euskal presoak Euskal Herrira, dagozkien eskubideen jabe».Agustín GOIKOETXEA |
En un manifiesto leído por Ainhoa Baglieto y Alfonso Zenón, en euskara y castellano respectivamente, letrados vascos que trataban en diferentes ámbitos denunciaron la grave situación que padecen los presos políticos y sus familiares. Respecto a los represaliados, resaltaron la especial conculcación de derechos básicos de la que son objeto aquellas personas a las que, tras cumplir más de 20 años de cárcel, se les alarga la condena otra década o a quienes se niega el cumplimiento de la propia legislación penitenciaria a pesar de sufrir graves enfermedades.
«Los presos deben de ser dueños de sus derechos», subrayaron después de recordar que más del 90% de los represaliados políticos vascos están alejados de su país y semanalmente sus familias y amigos tienen que recorrer miles de kilómetros para visitarles en cárceles de los estados español y francés. «La dispersión ha matado a un familiar cada 15 meses», insistieron en su escrito de adhesión a la marcha que el 2 de enero partirá a las 17.30 desde la Plaza Aita Donostia de Bilbo.
En la reflexión que transmitieron a la sociedad vasca, los letrados abogaron por acabar con la «caza de brujas« contra cualquier muestra de solidaridad hacia los presos y sus familias. Además, remarcaron la legitimidad de aquellos que se solidarizan con ellos y reclaman el fin de la vulneración de derechos.
Desde la magnífica atalaya que les ofrece su labor profesional en salas de vistas y juzgados, los abogados manifestaron que las situaciones de las que muchas veces son testigos «poco tienen que ver con la justicia». En particular, se fijaron en las sucesivas resoluciones judiciales que, a su entender, son un mero «barniz legal» para justificar la ampliación de las condenas de decenas de años, convirtiéndolas en la práctica en una cadena perpetua para muchos presos políticos vascos.
Los abogados abundaron en lo habitual que se está convirtiendo la prolongación de la penas de cárcel y que los juzgados nieguen sistemáticamente la libertad condicional a represaliados que padecen cáncer u otras enfermedades incurables, dando ejemplo de que lo único que se persigue es el castigo.
De hecho, ayer se reprodujeron los problemas con los cacheos. En Almería, a mil kilómetros, se perdieron siete vis a vis. Como novedad, se intentó obligar a los desplazados a firmar un papel en el que aceptaban ser registrados, a lo que se negaron. Representantes de la cárcel intentaron convencer a una familiar que también es abogada para que acataran la medida, haciéndole ver que así no tendrían problemas en el futuro.