GARA > Idatzia > Mundua

Guerras justas, ataques a la paz y opciones suicidas

Dabid LAZKANOITURBURU | Periodista

En su discurso como premio Nobel de la Paz 2009, Obama trató de conjurar la flagrante contradicción con sus últimos planes militares apelando a la «guerra justa».

El problema es que quien le dicta los discursos erró con los ejemplos. Al margen de su simplista apelación a la Segunda Guerra Mundial contra Hitler, podría haber mencionado, por aquello de la actualidad, el derecho a la resistencia del pueblo saharaui, o el del pueblo kurdo.

Lo que no dijo Obama es que la paz con justicia siempre será más justa, como está recordándonos día a día Haminatu Haidar con su huelga de hambre en Lanzarote. O como insisten los líderes del pueblo kurdo. No piensan así ni los estados marroquí y español ni el turco, que acaba de ilegalizar al DTP, en un ataque en toda regla al incipiente proceso iniciado por Öcalan desde prisión.

Pero, volviendo al inquilino de la Casa Blanca, intentar colar como «guerra justa» una operación de simple y brutal venganza tras el shock del 11-S es puro sarcasmo.

Otra cosa es atribuir a Obama los sueños seudoghandianos de los obamaniacos -legión en el comité Nobel, que no dudó en otorgar el premio al comandante en jefe del Ejército más poderoso del orbe-. Porque, aunque es cierto que las campañas de Irak y Afganistán le vinieron, como se dice, en el cargo, el presidente de EEUU ha defendido siempre, incluso antes de que llegara a ser candidato, la guerra afgana.

Otra cosa es que esa opción lleve camino de ser su gran error estratégico. Porque apelar a la paz sin justicia es, sin duda, pura entelequia, pero insistir en la guerra sabiendo que es imposible ganarla es suicida.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo