Bilbo y Baiona son escenario de marchas por la «justicia climática»
Las calles de Bilbo y Baiona fueron escenario ayer de manifestaciones convocadas por decenas de colectivos sociales, políticos y sindicales «en favor de la justicia climática, el medio ambiente, la calidad de vida y el desarrollo sostenible». Las marchas, que se repitieron en otros puntos del planeta, se organizaron con motivo de la celebración de la cumbre de la ONU en Copenhague sobre el cambio climático, conscientes de que es posible variar la actual situación.
GARA
La última de las movilizaciones celebradas ayer en Euskal Herria se desarrolló en Bilbo, donde centenares de personas recorrieron una Gran Vía iluminada por luces navideñas reivindicando un acuerdo en Copenhague que establezca compromisos «jurídicamente vinculantes y eficaces», y que marquen la hoja de ruta en la lucha contra el cambio climático.
Al margen del lema general de la convocatoria -«Entzun: Aldakateri ez! Repetimos: ¡No al cambio climático!-, muchos de los colectivos que participaron en la marcha llevaron sus reivindicaciones sectoriales. Así, tras la pancarta principal y la presencia de Olentzero, que con burro y todo se acercó a manifestarse por el centro del Botxo, se pudieron ver pancartas exigiendo el cierre definitivo de Garoña, otras contra las diferentes plantas térmicas que hay en Bizkaia, el Tren de Alta Velocidad o los polémicos hornos de coque que construye Petronor en su refinería de Muskiz.
Cadena humana en Baiona
En Baiona, una cadena humana con 400 participantes entre los ríos Errobi y Aturri se unió a las movilizaciones convocadas ayer. Varias asociaciones, colectivos y sindicatos hicieron el llamamiento inicial, pero durante la semana también se unieron varios partidos políticos. Abertzaleen Batasuna, PS, Batasuna, Los Verdes y el Nuevo Partido Anticapitalista llamaron también a luchar contra el cambio climático.
El lugar elegido para el acto estaba lleno de simbolismo, ya que los organizadores dieron cita a la sociedad en el puente Mayou que sufrió graves daños el pasado invierno debido a la crecida del río Errobi. Los agentes sociales que hicieron el llamamiento inicial son Amis de la Terre, ATTAC, ASPAL-Pays Basque, Bizi!, CADE, LAB, Lutter ensemble-Oldartu, Organbidexka Col Libre, Solidaires, Surfrider Foundation y Survie.
La cumbre de Copenhague ha movilizado a la sociedad de Ipar Euskal Herria. Ya antes de que comenzara la cumbre, el grupo altermundialista Bizi! organizó varios actos reivindicativos en la capital labortana y también ha enviado a una veintena de personas para que participen en las movilizaciones de la capital danesa.
La asociación altermundialista pidió a los ciudadanos de Baiona que volviesen a colgar los carteles verdes que llaman a la movilización. Una de los actos organizados por el grupo Bizi! el pasado sábado ha dado que hablar durante toda la semana. La organización ecologista repartió carteles en los que ponía «Planete en danger. Mobiliza gaitezen» para que los ciudadanos de Baiona lo colgasen en sus ventanas.
Sin embargo, el alcalde Grenet ordenó el lunes a los trabajadores del Ayuntamiento que retirasen los carteles de las ventanas de las casas ayudados de un camión-grua. Tanto la lista Bayonne Ensemble como Bizi! denunciaron estos hechos y este último incluso declaró la intención de denunciarlo ante la justicia. Según las últimas declaraciones que se han hecho desde el Consistorio, a la vuelta de Copenhague se celebrará una reunión con el grupo ecologista.
Los ecologistas vascos reivindican un cambio en el modelo social y urbanístico para evitar desplazamientos innecesarios en coche particular y reducir las necesidades de movilidad entre las diferentes localidades.
En la marcha de la capital vizcaina fueron constantes las consignas en las que se reivindicaba la paralización y cierre de los proyectos y plantas que perjudican al maltrecho medio natural.
Cientos de personas participaron ayer a la tarde en una manifestación que partió desde la Alameda de Errenteria y llegó a Pasaia para exigir el cierre de la central térmica de Iberdrola por ser «obsoleta, contaminante e innecesaria». La marcha, convocada por los grupos ecologistas Eguzki y Termikarik Ez, fue secundada por representantes de la izquierda abertzale como la alcaldesa de Pasaia, Maider Ziganda, y ediles de Lezo, miembros de Ezker Batua y contó también con el apoyo de Aralar, Zutik, los sindicatos LAB y ESK, así como de otras organizaciones y asociaciones de vecinos de Oarsoaldea.
Los manifestantes, que portaban una pancarta con el lema «CO2 Stop. Termikarik ez», corearon durante el recorrido lemas en contra de esta instalación y en defensa de la salud. La protesta concluyó frente a la central, donde el representante de Eguzki Juan Mari Beldarrain explicó que esta convocatoria se había hecho ayer, con motivo del Día Mundial contra el Cambio Climático, para exigir el cierre de esta industria en la que Iberdrola quema carbón para producir electricidad, que es «la que más CO2 emite en Gipuzkoa» y contribuye al cambio climático.
El grupo ecologista vasco recordó además que la central térmica de Pasaia genera «derivados altamente tóxicos de nitrógeno y azufre», por lo que se opone a su traslado al futuro puerto exterior de Pasaia, ya que destruiría así el litoral de Jaizkibel y los fondos marinos de este lugar de la Red Natura 2000. GARA
Los organismos ecologistas denuncian que Kyoto estableció que la CAV no debía superar el 15% de emisiones de CO2, pero en 2008 ya se había alcanzado un incremento del 39%. Aseguran que Lakua sólo se mueve en el terreno teórico.
El lehendakari, Patxi López, escribió ayer un artículo sobre la cumbre de Copenhague en su blog, en el que pide a la ciudadanía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa un esfuerzo para tener hábitos y patrones de consumo sostenibles, como reciclar y ahorrar energía.
Varios centenares de manifestantes fueron detenidos ayer en Copenhague, según fuentes de la Policía, durante una protesta que congregó entre 100.000 y 30.000 personas -dependiendo de quien valorase la importancia de la convocatoria, organizadores o la Policía-. Fue en las inmediaciones del Bella Center de la capital danesa, el centro de congresos que estos días aparece rodeado de extraordinarias medidas de seguridad, puesto que allí se celebra la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que reúne a líderes mundiales de 200 estados.
La Policía danesa, que habían anticipado la asistencia de 60.000 participantes en la marcha, detuvo a entre 300 y 400 personas. Miles de policías se habían situado a lo largo de los seis kilómetros que debía recorrer la marcha desde la Plaza de Christiansborg al palacio de congresos Bella Center, en la que se emplearon varias horas.
Las pancartas de los manifestantes mostraban consignas que urgían a los líderes mundiales a a resolver las enormes diferencias que impiden llegar a un acuerdo global, consenso al que se pretende llegar a final de la convención, que terminará el 18 de diciembre.
En la multitudinaria marcha de Copenhague no sólo participaron activistas climáticos, sino que a ella también asistieron grupos sociales y políticos diversos. Las consignas políticas de la marcha también fueron variopintas. Un cántico en inglés y árabe llamaba a derrocar a la República Islámica Iraní; otros aprovechaban para pedir la independencia del Tíbet, mientras que algunos promovían la dieta vegetariana. En otras pancartas se podía leer «Bla, bla, bla»; «¡Actuad ya!» o «La naturaleza no se compromete».
Al poco de iniciar la marcha, el responsable de Greenpeace Kumi Naidoo declaró que «millones de personas ya están perdiendo sus hogares por la subida del nivel del mar. No podemos desaprovechar esta oportunidad para evitar el cambio climático fuera de control. A los más de ciento veinte jefes de Estado que llegarán la próxima semana a Copenhague les decimos: es el momento de unirse y cambiar el futuro».GARA