Cientos de personas se movilizaron ayer en Bilbo para mostrar su rechazo a cualquier Ley de Extranjería a convocatoria de 23 colectivos de inmigrantes y movimientos sociales. Los manifestantes defendieron la igualdad de derechos y denunciaron los «retrocesos» que introduce la nueva reforma legislativa.

La manifestación partió a las doce del mediodía de la Plaza Arriaga tras una pancarta que recogía el lema «No a la Ley de Extranjería, ni ésta ni ninguna. Berdintasuna denontzat». Con esta marcha rechazaron la reforma de la Ley de Extranjería, aprobada el pasado 26 de noviembre en el Congreso de los Diputados, que supone «un grave retroceso para los derechos de las personas inmigradas». Durante el recorrido se corearon lemas como «La ley de Extranjería es una porquería», «Gure herria denontzako tokia», «Europa, canalla, abre la muralla», «Para ilegal, la Ley de Extranjería» o «Lo de la crisis no es excusa».

Entre los manifestantes, que hicieron de su acto una reivindicación festiva, se encontraban inmigrantes procedentes de África negra, Magreb y América Latina, así como integrantes de organizaciones pro derechos humanos, feministas o internacionalistas.

Algunos manifestantes portaron cartulinas amarillas y rojas, a imagen de las tarjetas de fútbol, en las que se podían leer frases que recogían los «retrocesos» que introduce la nueva Ley de Extranjería. «Llevo 60 días encerrada en un centro de internamiento», «No puedo ver a mi familia porque no he nacido aquí» o «soy menor y vivo en la calle», era algunas de esas frases.

Así, en diversos momentos, al recorrer la Gran Vía, cuatro personas disfrazadas de árbitro ordenaron la expulsión de los portadores de las tarjetas. En el manifiesto que se leyó al final se subrayó que la reforma «agrava» y endurece la actual normativa y coloca a personas migrantes en una situación de vulnerabilidad.