A pesar de que durante estos últimos días ha enfriado, todos los amantes de la escalada en hielo deberán esperar a que aparezcan en buenas condiciones esas líneas blancas y efímeras tan deseadas. Eso si nos centramos en nuestra cordillera más próxima, la del Pirineo. Hay otros, en cambio, con mejor suerte. Y, entre los afortunados, por proximidad, tenemos a los alpinistas austriacos; aquellos que pinchan hielo en el valle de Zillertal (Alpes austriacos) .

Y lo decimos, porque, de alguna forma, ya han comenzado la temporada de hielo; y, además, de una forma espectacular. Claro ejemplo de ello es la primera ascensión a la cascada «Moonwalk», una línea de 1.000 metros que, gracias a su longitud, se ha convertido en la cascada de hielo más larga de Austria.

Los aperturistas son Benedikt Purner y Albert Leichtfried. Quizás al lector le suene más el nombre del segundo alpinista, y es que se trata de una de las referencias europeas en la escalada en hielo y mixto de dificultades extremas. Como cabía esperar, estamos ante una actividad que es larga (1 kilómetro) y dura (dificultades en hielo de WI6 y mixto M7). Tal y como confirma el propio Leichtfried: «Es una combinación de escalada clásica en pared con serios problemas a superar en hielo y mixto».

Sueño hecho realidad

Como ocurre en todas las montañas y cordilleras donde se forman estas líneas heladas, son unos pocos los que año tras año se dedican a observar esas efímeras cascadas que raramente se forman.

Como señala Leichtfried, con mucha paciencia y muchas horas de observación, el regalo llegó por fin: «Es un largo sueño que se ha cumplido: el primer ascenso de una larga cascada en los Alpes. El más largo de mis deseos. Ha estado esperando a la puerta de mi casa. Así que, aparte de Noruega, Canadá o Chamonix, la aventura también os espera en Austria. Basta de viajar tanto y echa un vistazo a lo que tienes al lado».

La nueva creación nace de un riachuelo entre las montañas Hohe Warte (2.943 m) y Sagwand (3.227 m). Estas aguas bajan por la vertiente norte y terminan en el fondo del valle de Alterertal. Cuando las condiciones son perfectas, la línea se congela y se convierte en un «camino» helado de más de 900 metros.

Es a partir de noviembre del 2008 cuando Purner y Leichtfried comienzan a observar esta kilométrica línea de forma periódica. Un año más tarde, justo el pasado día 3, la cordada, tras 8 horas de escalada y 14 de actividad, sella la primera a «Moonwalk».

Una compleja escalada que por su longitud debe ser abordada y rapelada de noche: «Hay que tener mucho cuidado con las avalanchas; por lo tanto, hay que escalarla cuando la capa de nieve esté completamente asentada. Sobre el mejor periodo, consideramos que es el comprendido entre novimbre y finales de enero. 1.000 metros de hielo con duras secciones».