Agentes de la Guardia Civil encontraron ayer el cadáver del lazkaotarra Eñaut Aldanondo, de 32 años, que se despeñó el sábado cuando realizaba esquí de travesía en el Pico Monjes hacia Astún, en Huesca. El cadáver del montañero, que fue encontrado alrededor de las 8.30 por los equipos de rescate, fue trasladado al depósito municipal de Jaca, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno español en Huesca.

El rescate comenzó el mismo sábado, alrededor de las 16.30, cuando los tres compañeros que acompañaban al fallecido comunicaron al teléfono de emergencias 112 que su amigo se había caído por un desnivel, de unos cinco metros, hacia una zona helada quedando en una poza del barranco Escalar.

Inmediatamente fue comunicada la incidencia al Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil (GREIM) de Jaca, que desplazó a cinco de sus agentes, además de la dotación de una máquina de pisar nieve que se solicitó como apoyo a la estación invernal de Astún y dos socorristas de esta misma instalación. También se informó a la familia del malogrado montañero de Lazkao, que se desplazó a Jaca.

La orografía del terreno, el hielo y unos cuantos metros de nieve ocultaban la poza del barranco en el cual había caído el montañero, cuyo rescate se suspendió a últimas horas por la falta de luz solar y al no poder llegar hasta el cuerpo. Por ello se solicitó el apoyo del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil para el rescate, que se reanudó a las 7.00 de ayer porque a esa hora la nieve está en mayor disposición para que no cayeran bloques encima del especialista, que incluso tuvo que recorrer un tramo en apnea; es decir, conteniendo la respiración debajo del agua.