Empate en el Stadium Gal
El temporal hunde al Unión un poco más en la tabla clasificatoria
El conjunto guipuzcoano realizó una pobre primera parte, pero con la entrada de Goikoetxea en la segunda el partido cambió por completo. Brit marcó el único gol de su equipo con una chilena después de errar un penalti. Moisés empató con otra pena máxima.
REAL UNIÓN 1
HUESCA 1
Imanol CARRILLO
Llevaban días avisando de que el invierno iba a llegar de una vez por todas a Euskal Herria. Muchas veces el hombre -o la mujer- del tiempo se suele equivocar en su pronóstico, pero en esta ocasión no falló y el frío trajo consigo un efecto casi devastador para los jugadores unionistas, a los que se les helaron las ideas durante todo el primer tiempo.
El empate se puede tomar como bueno viendo como transcurrió la primera mitad y el partido en general, pero como malo si se tiene en cuenta el buen segundo tiempo del conjunto guipuzcoano, que se adueñó del partido y disfrutó de las mejores ocasiones.
El aburrido y espeso primer tiempo dejaba muchas dudas sobre un Unión que necesitaba la victoria para poder salir de la zona de descenso -está a tres puntos de la salvación-. El Huesca dominaba, algo poco habitual en Gal, ya que todos los visitantes que han pasado por Irun no han tenido tanto dominio del balón como hasta ayer.
Incluso la escuadra oscense dispuso de la mejor ocasión de la tarde para abrir el marcador y cambiar el devenir del encuentro. Víctor Pérez se quedaba solo delante de Jauregi, pero tras diblar al guardameta local se quedó sin ángulo de remate.
En ese oscuro primer tiempo lo mejor fue, sin duda, la entrega de las aficiones de los dos conjuntos, que animaron sin descanso. Cánticos como «¡Unión! ¡Unión!» de las peñas irundarras pronto eran respondidas por los hinchas oscenses con un rotundo «¡Huesca! ¡Huesca!». Los visitantes estuvieron representandos por unos 200 aficionados que fueron recompensados por sus jugadores al final del choque al acercarse al fondo donde su ubicaban para saludarles.
En la segunda parte, con la entrada de Goikoetxea por Markel Robles, la cosa cambió por completo. Brit ya no se encontraba tan solo en punta, y el Unión comenzó a dominar. Sin prisas, el juego directo de la primera parte se tradujo en ese juego bonito y de precisión que tanto ha demostrado esta temporada.
De ahí vino un penalti señalado a favor al Unión por derribo a Brit dentro del área, aunque el delantero local no pudo transformar la pena máxima. Un cuarto de hora después el de Lasarte de resarció con un golazo de medio chilena tras un centro por la derecha de Goikoetxea que hizo levantar y vibrar de emoción a toda la afición.
El empate, en un final loco
Era el minuto 72, pero un final loco decidió el empate a uno final del encuentro. Sobre todo la jugada que originó la igualada visitante en el minuto 84.
Un defensa unionista se encontraba tendido sobre el césped cuando el Huesca comenzó un contragolpe. La afición local pedía que echasen el balón fuera como símbolo de juego limpio, y los jugadores unionistas también estaban a la espera de ese bonito gesto, pero la acción no llegó, y tras un centro desde la izquierda el colegiado señaló penalti por agarrón dentro del área de Jagoba Beobide a un delantero rival.
Moisés no falló el penalti y dejó el luminoso en empate a uno hasta el pitido final.
El punto en casa no es nada bueno para un Unión que se complica cada vez más su permanencia en la categoría de plata. Esta semana visita a un complicado Numancia -el club ha comunicado que pondrá autobuses para ir-. Soria suele ser un lugar muy frío en esta época del año, por lo que los jugadores tendrán que ir con las ideas calientes desde el comienzo.
El pobre primer tiempo del Real Unión era notable entre la afición. Y así lo reconoció también Iñaki Alonso en la rueda de prensa: «Hemos regalado la primera parte. En casa nos cuesta arrancar, pero es que hoy ha sido en toda la primera parte». En la reanudación, sin embargo, los guipuzcoanos se mostraron fieles a su estilo con la entrada de Goikoetxea, con la que «hemos hecho mucho peligro», afirmó. «Con Markel queríamos las segundas jugadas. Le han hecho una infinidad de faltas que no ha pitado y él mismo se ha echado hacia atrás», agregó.
Antonio Calderón, técnico del Huesca, también reconoció que, además de la «relajación» de su equipo, con la entrada de Goiko cambió el encuentro.I. C.