Empate en A Coruña
Desciende otro peldaño
El equipo albiazul sigue peleado con la victoria, lo que le sitúa en la sexta plaza, a tres puntos del play-off.
MONTAÑEROS 0
ALAVÉS 0
GARA | A CORUÑA
Mañana hará un mes de la última victoria del Alavés, que no acaba de poner freno a su caída. Ayer, al menos, se trajo un punto de su visita a tierras gallegas, pero el segundo empate sin goles consecutivo condena a los albiazules a perder otro puesto en la clasificación, aunque le mantiene a tres puntos del play-off después de que el Palencia también empatara.
Al cuadro gasteiztarra, además, se le multiplican los rivales. El Mirandés ya le ha sobrepasado -por golaverage-, el Pontevedra le ha atrapado y el propio Montañeros se sitúa a un solo punto, engordando el grupo de candidatos a la gloria.
El encuentro de A Coruña, al menos, dejó un pequeño consuelo: el equipo de Javi Pereira fue mejor que su rival, generó suficientes ocasiones como para sumar los tres puntos y sólo la buena actuación del guardameta local le dejó sin premio.
Quizá por la presión de verse en un escenario de Primera -el partido se disputó en Riazor-, quizá por el trabajo de los gasteiztarras, se vio a un Montañeros bastante ansioso durante el primer tiempo, lo que se tradujo en trabajo para Diego. Ya antes de la media hora, el Alavés avisaba con un disparo de Geni al poste, tras cesión de Moisés Pereiro. La presión de los albiazules fue a más y se la iniciativa del primer primer tiempo marcaba una sola dirección, la meta de Diego, inconmensurable bajo palos. Sobre todo en una doble ocasión de Óscar Martínez y Óscar Rico antes del descanso.
El choque cambió en la reanudación. El Alavés -ya sin los lesionados Igor Cuesta y Romerito sobre el césped-, empezó a acusar el desgaste del primer tiempo, también la necesidad, y su anfitrión, por el contrario, agradeció la entrada de Iago. Aún así hubo ocasiones visitantes, pero esta vez también llegaron por parte gallega, aunque el encuentro se fue oscureciendo conforme avanzó el tiempo.
La emoción regresó, y a lo grande, en tiempo de descuento, cuando la victoria tentó a ambos bandos. En el 91, Pagola tuvo que resolver un mano a mano con Herbert y dos minutos después fue Diego el que evitó el tanto, al interceptar a quemarropa un disparo de Geni. Los guardametas evitaron así que el choque acabara, milagrosamente, sin goles.
