Patxi Zabaleta, coordinador de Aralar, confirmó el martes en una entrevista de Radio Euskadi que su formación había mantenido al menos una reunión secreta con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, como este diario ya había informado el pasado 24 de octubre.

A la pregunta de «si el Ministerio del Interior está desarrollando una estrategia eficaz para facilitar el debate en el seno de la izquierda abertzale», Patxi Zabaleta respondió que no y que así se lo habían comunicado en «nuestras relaciones públicas como en nuestras relaciones bilaterales». El coordinador de Aralar se centró después en la cuestión de los presos.

Al tratar de confirmar el periodista que «Rubalcaba se puso en contacto con ustedes para explicarles su estrategia», Zabaleta respondió que «Rubalcaba ha tenido una reunión directa con representantes de nuestro partido y hemos acabado en desacuerdo frontal».

En base a estas declaraciones, las juventudes de EA, Gazte Abertzaleak, hicieron pública el mismo martes una nota en la que calificaban esas relaciones de «coqueteos» y las tachaban de «tremenda responsabilidad». En el escrito llegaban a afirmar que «Aralar y Rubalcaba comparten estrategia contra el bloque soberanista».

«Una obligación»

Aralar salió ayer al paso de las acusaciones de Gazte Abertza- leak. En primer lugar, señala que atender a la «petición expresa» de reunión que les hizo el ministro del Interior «responde al ejercicio de responsabilidad y a la obligación que nos corresponde a quienes tenemos cargos políticos y públicos de ser conocedores, hablar y confrontar en todos aquellos temas que afectan a la ciudadanía», y más en casos como éstos.

Asegura la nota que «no es cierto que en dicha reunión ni por parte del ministro Rubalcaba, ni por parte de Aralar, se hablase de la izquierda abertzale ilegalizada, ni de las medidas políticas y o judiciales que antidemocráticamente se están ejerciendo sobre la misma».

Según explica Aralar, «en dicha reunión se habló exclusivamente de la política penitenciaria y la misma reunión acabó, como no podía ser de otra forma, en posiciones antagónicas y frontales».

«Uso partidista»

Por ello, «Aralar denuncia de forma absolutamente contundente el aprovechamiento, uso partidista y manipulación que de esta información se ha hecho desde las estructuras de Eusko Alkartasuna, haciendo un uso ilegítimo e injustificable de un tema lo suficientemente serio y delicado. Igualmente, resulta hipócrita esta postura rasgándose vestiduras por una reunión de Patxi Zabaleta con el ministro Rubalcaba, cuando Eusko Alkartasuna puede contar por decenas las que ha tenido con los diferentes estamentos del Estado en los últimos veinte años».

El escrito añade que «lamentamos estos comportamientos que dificultan seriamente, rompiendo las confianzas y credibilidades sobre las voluntades de desarrollar proyectos comunes».

El comunicado de Aralar concluye apuntando que «Eusko Alkartasuna era conocedora de esta reunión, de su contenido y de su desarrollo en fechas inmediatamente posteriores a su celebración. Una reunión, por cierto, en la cual Patxi Zabaleta fue acompañado por una persona de máxima representación de Nafarroa Bai».