Xabitxu Gezuraga y Ainara Ruiz de Mendarozketa Herria Abian
Por el cambio social, ¡el 19 de agosto a la calle!
Nos parece fundamental la movilización para denunciar todos los recortes de derechos que nos están imponiendo y para exigir el cambio de modelo socioeconómico que necesitan nuestro pueblo y su clase trabajadoraLos medios de comunicación pretenden hacernos creer que hemos salido de la crisis económica en Euskal Herria, apoyando su argumentación en la recuperación de varios indicadores macroeconómicos. Sin embargo, diferentes expertos en economía no alineados a la élite político-económica subrayan que esos «brotes verdes» no son indicadores suficientes para afirmar que hemos remontado el periodo de recesión.
Es más, aunque fuera cierto que hemos salido de la actual crisis económica, eso no supondría ningún alivio para la inmensa mayoría de la población vasca, que observa cómo sus derechos sociales y laborales se recortan. Y es que la foto real a día de hoy -estemos o no en crisis en función del PIB y otros indicadores macroeconómicos- en nuestro pueblo es la siguiente: alrededor de 125.000 personas no pueden acceder al uso y disfrute de una vivienda mientras hay unas 250.000 casas vacías; centenares de familias no pueden hacer frente al pago de las hipotecas; son casi 170.000 las personas en situación de desempleo; más de la mitad de las personas pensionistas vascas viven con ingresos inferiores al umbral de pobreza; a la juventud se le imponen planes educativos elitistas; se privatizan los servicios sociales; se multiplican las agresiones al medio ambiente en forma de urbanismo salvaje o grandes infraestructuras; se abandona el primer sector en beneficio de un sector de servicios basado en grandes superficies que nos hace cada vez más dependientes; nuestro pueblo está sujeto a un cupo a la monarquía española impuesto que es la plasmación de la ausencia de soberanía económica... Y en esa instantánea cada vez están inmersas capas más amplias de la sociedad. Eso sí, las situaciones más graves las están sufriendo las mujeres, la juventud, las personas migrantes provenientes de fuera de Europa y nuestros aitonas y amonas.
Esta situación la han propiciado las instituciones y sus gobernantes, que han legislado durante las últimas décadas a favor de la élite económica compuesta por la Banca y la patronal y han impulsado el recorte de derechos sociales y laborales. Esta alianza entre la elite económica y la política se ha fortalecido en el periodo de crisis y ha posibilitado un descarado trasvase de dinero público, dinero de todos y todas, a manos privadas; a manos de la banca con inyección directa de millones de euros, al lobby de la construcción a través de grandes partidas presupuestarias para macroinfraestructuras y a la patronal aprobando EREs, suprimiendo o bajando impuestos... Y nos han vendido toda esta actuación en nombre del bien común, para lo cual han tenido la inestimable colaboración de los grandes medios de comunicación.
Si no fuera por la gravedad de la situación, la cosa incluso tendría su gracia, ya que siguen pidiendo a la población que rememos en su misma dirección. ¿Acaso en tiempos de crecimiento económico han repartido la riqueza generada por quienes día a día sacamos adelante este país? ¿Es normal que a la Banca, a la patronal, se le haya regalado dinero y que con absoluta desfachatez ahora vuelvan a anunciar beneficios millonarios sin que tengan que rendir cuentas a nadie? Es hora de espabilar y de interiorizar que la mayoría de la población, la clase trabajadora, tenemos unos intereses muy diferentes a esas élites políticas y económicas. Y es que ya vemos que desde las actuales instituciones, tal y como están confeccionadas, no va a venir ningún cambio; ni quieren ni pueden hacerlo. Quieren, además, a toda costa, desterrar de la participación en las decisiones económicas a los agentes que plantean cambios en la forma de hacer las cosas. El diálogo social dejando de lado a la mayoría sindical vasca, o las propuestas de presupuestos públicos sin tener en cuenta a los agentes sociales son dos ejemplos claros de la manera de hacer las cosas de la clase política que nos gobierna. En el despotismo ilustrado del siglo XVII primaba la máxima de «todo para el pueblo, pero sin el pueblo», ahora apuestan por el «todo por la pasta y, por su puesto, sin el pueblo».
Así las cosas, nos parece fundamental la movilización para denunciar todos los recortes de derechos que nos están imponiendo y para exigir el cambio de modelo socioeconómico que necesitan nuestro pueblo y su clase trabajadora. Por eso tenemos una cita el sábado, 19 de diciembre: Herria Abian! ha organizado en diferentes lugares de nuestra geografía movilizaciones.
Hay quien afirma que la crisis no sólo es económica, sino que es de valores, ecológica, política... en definitiva, del propio paradigma capitalista. Eso sí, sólo la activación, la organización y la lucha nos van a llevar a posibilitar el cambio hacia el lado que queremos la mayoría. De lo contrario, estaremos ante una nueva vuelta de tuerca que se traducirá en recortes de derechos y condiciones más precarias para la clase trabajadora. Está en tus manos, mujer precarizada; en las tuyas, joven sin más futuro que el día a día precario; en las tuyas, pensionista que ocultas las carencias de tu pensión; en las tuyas, que haces colas en el Inem; en las tuyas, nekazari que te expropia el TAV, y en las tuyas, migrante que te expulsan después de haberte explotado, y en las tuyas estudiante que te organizan planes en Bolonia... Está en nuestras manos la posibilidad del cambio social.