La Cámara de Representantes de EEUU aprobó el martes una iniciativa que impone sanciones a las compañías extranjeras que contribuyan al suministro de gasolina a Irán, en un intento de los legisladores por frenar posibles atajos de Teherán para avanzar en su controvertido plan nuclear.

El texto, aprobado por 412 votos contra doce, autoriza al presidente Barack Obama a imponer castigos sobre las empresas energéticas que proporcionen combustible a Irán, a la espera de que el Senado apruebe una medida de similares características en un futuro cercano. En realidad, esta iniciativa únicamente amplía una ley estadounidense que también castiga a las compañías que inviertan más de 20 millones de dólares [13,7 millones de euros] en el sector energético iraní.

El senador demócrata Howard Berman, defensor de la medida, subrayó que el proyecto de ley «impedirá a Irán construir armamento nuclear».

Nueva prueba balístico

Irán, en cualquier caso, podría tener que hacer frente a nuevas sanciones, después de que ayer probase un nuevo misil balístico, el Sejil-2, capaz de alcanzar Israel.

El anuncio de la prueba por parte de Irán provocó reacciones negativas en varias capitales occidentales. Así, el Estado francés habló de «una mala señal dirigida a la comunidad internacional», Alemania calificó de «preocupante este nuevo disparo» y Gran Bretaña hizo referencia a «la profunda inquietud» que existe en los estados occidentales. «Esto supone abrir la puerta a nuevas sanciones» contra Irán, estimó el primer ministro británico, Gordon Brown, afirmando que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, compartía esta inquietud.

El alcance del Sejil-2 se estima en 2.000-2.500 kilómetros, por lo que podría alcanzar Israel, varios países árabes, Turquía, Rusia y Pakistán.