Patxi López, que participó ayer en el acto de colocación de la primera piedra del TAV en los tramos de Legorreta y Tolosa, declaró que la construcción de esta infraestructura es «una medida contra la crisis» y aseguró que se realizará «pese a las bombas y amenazas de ETA».

El lehendakari participó en este acto simbólico, celebrado en Itsasondo, en compañía del delegado del Gobierno español en la CAV, Mikel Cabieces, el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, y el viceconsejero Ernesto Gasco.

López anunció que su Gobierno pondrá «todos los medios» y «garantizará la seguridad» de quienes trabajan en las obras del TAV. «Vamos a seguir apostando por el tren y vamos a ponerlo en marcha cuanto antes. Porque ésta es la mejor forma de defender Euskadi y sus intereses. Porque esto sí que es hacer país y avanzar hacia un futuro mejor», aseguró.

También informó de que en siete meses su Gobierno ha adjudicado obras en esta infraestructura por valor de 254 millones de euros y que en 2010 lo hará por una suma total de 700 millones más.

«Se va a consolidar como el principal medio de transporte para los viajes en Euskadi y con otros puntos de España y de Europa», aseveró López. Además, dijo que «va a cohesionar el país, acercando ciudades y eliminando diferencias a través de un tren rápido, seguro, eficaz y respetuoso con el entorno».