Tres jóvenes pertenecientes al colectivo Iruñerria Piztera Goaz fueron juzgadas ayer en Iruñea tras haber sido acusadas de desórdenes públicos y desobediencia grave a agentes de la autoridad. El fiscal mantuvo la petición de diez meses de prisión para cada una de ellas, mientras que la defensa solicitó su absolución.

Estas tres jóvenes realizaron en el Palacio del Condestable, situado en la calle Zapatería nº 40, de Iruñea, una acción pacífica para reclamar un gaztetxe en la ciudad, al igual que se hizo en el mismo lugar hace más de veinte años.

Durante la vista oral de ayer, las tres jóvenes asumieron la acción realizada e insistieron en demandar un gaztetxe en Iruñea. También señalaron que «las demandas sociales no se solucionan con medidas judiciales», y se mostraron contrarias a criminalizar a los movimientos sociales y encarcelar a la juventud que se organiza para defender sus derechos.

«Queremos gritar alto y claro que queremos un gaztetxe en nuestra ciudad, porque es un derecho, y que no tenemos nada que explicarles a jueces y fiscales», manifestaron.

En protesta por este juicio, una veintena de personas se concentraron a las 9.30 de ayer ante el Palacio de Justicia de la capital navarra junto a una pancarta con el lema «Gaztetxea badator. Epaiketarik ez! Desobedientzia ez da delitua».

«Está a punto de llegar»

En el transcurso de esta concentración anunciaron que el gaztetxe de Iruñea «está a punto de llegar» y declararon que no entienden «qué solución» le van a dar jueces y fiscales a su reivindicación de contar con un local autogestionado por los jóvenes.

La Policía Foral estuvo vigilando de cerca esta concentración y, según informaron los propios participantes en la misma, uno de los agentes insultó y amenazó a uno de los jóvenes que tomaban parte en el acto.