Derrota en San Mamés
Un palo de tamaño continental
Un Athletic de circunstancias encajó su segunda derrota de la fase de grupos y se clasifica en la segunda plaza del Grupo L. El Werder Bremen, muy superior a su rival, se permitió el lujo de dejar el partido sentenciado antes del descanso.
ATHLETIC 0
WERDER BREMEN 3
Amaia U. LASAGABASTER
El Athletic no pudo redondear su actuación en la fase de grupos de la Europa League. Encajó su segunda derrota, de nuevo a manos del Werder Bremen, con lo que se clasifica definitivamente en la segunda plaza del Grupo L.
Y aunque el liderato parecía un objetivo realmente complicado, e incluso la victoria de los alemanes podía entrar en las quinielas, el varapalo que se llevó el Athletic superó por mucho las expectativas. Fue, en buena medida, una cuestión de experiencia, pero los verdiblancos ya habían demostrado en Bremen que tampoco les falta calidad, contundencia y pegada, algo que ayer brilló por su ausencia en el bando bilbaino. Frente a un rival que no necesitó despeinarse para tener el partido controlado y aprovechó las cuatro ocasiones de las que dispuso en el primer tiempo para anotar tres goles y sentenciar la cita, los rojiblancos no se sintieron cómodos casi en ningún momento. Sobre todo en la primera parte, en la el ritmo y la intensidad fueron inexistentes y en la que la escuadra vizcaina ni se acercó a Wiese ni supo proteger a Iraizoz.
Algo tuvieron que ver las once bajas con las que llegaba el equipo a la cita. El Athletic no sólo saltó al campo con los 16 años de Muniain, los 17 del debutante Jon Aurtenetxe o los 20 de San José. En el equipo también había hombres con muy poquitos minutos como Xabi Etxeita -esta vez le tocó el lateral derecho- o Díaz de Cerio; y jugadores que han sufrido problemas físicos en los últimos tiempos, como Toquero o Yeste. Así es más fácil entender la superioridad absoluta con la que se manejó el Werder Bremen y menos digerir el runrun, que por momentos se convirtió en tímidos silbidos, que acompañó al Athletic durante algunas fases del encuentro en las que, cierto es, se vio al equipo totalmente perdido.
Básicamente durante todo el primer tiempo, en el que ambos rivales parecieron de categorías diferentes. El Athletic apenas olió el balón y cuando lo hizo, no supo qué hacer con él. Prácticamentre sin oposición, el Werder esperó hasta que llegaron las ocasiones. Fueron pocas -cuatro-, pero suficientes: a los trece minutos, Pizarro cabeceó un centro de Rosenberg, siete después fue Naldo el que rozó una falta botada por Özil y a nueve del descanso le tocó a Rosenberg aprovechar un rechace en corto, tras una buena contra de su equipo, para batir a Iraizoz y dejar el choque sentenciado.
No mejoró el resultado tras el descanso, pero sí la imagen del Athletic. Ya fuera la arenga del vestuario o la certidumbre de que poco más se podía perder, los rojiblancos volvieron al césped con más chispa y menos complejos. También se notó en la grada que, por un rato, se olvidó del termómetro y recuperó grados, gracias a las subidas de Susaeta, ahora en banda izquierda, y la picardía de Muniain. No era el día y ni siquiera las ocasiones más claras -contadísimas- acabaron en gol, pero el cuadro bilbaino pudo demostrarle a su rival que, aunque de leche, tenía dientes. También los enseñó el propio Werder que, a la contra, generó bastantes más ocasiones que en la primera parte, aunque estuvo menos atinado que entonces de cara a portería.
Con el paso de los minutos, y ante un San Mamés que empezó a vaciarse, el Athletic fue resignándose a su destino y el choque acabó sin sobresaltos.
Lor rojiblancos conocerán mañana a su rival en la próxima ronda de la competición europa. Saldrá del bombo que compartirán los ocho equipos procedentes de la Liga de Campeones y los doce que hayan concluído como líderes de su grupo esta fase de la Europa League. Los seis primeros ya se conocen -Sporting de Portugal, Roma, Galatasaray, Shaktar Donetsk y PSV Eindhoven, además de Werder Bremen- y el resto se conocerá esta noche, cuando concluya la fase para los otros seis grupos del torneo.
Poco había que explicar de lo sucedido en San Mamés. El Werder Bremen fue superior y se llevó un triunfo merecido. Por eso los rojiblancos se limitaron a felicitar al rival y pensar que el objetivo más importante, el de la clasificación para la siguiente ronda, sí se ha conseguido.
Joaquín Caparrós, de hecho, ni siquiera se refería a lo sucedido cuando se le preguntó sobre el sabor de boca con el que se marchaba tras la contundente derrota. «El sabor de boca que nos queda es que estamos en el bombo. Y que a la mayoría de los equipos, tanto de nuestra Liga como a nivel europeo, les gustaría estar en ese sorteo». En la misma línea, el técnico aseguró haber «felicitado a los jugadores por el pase a la siguiente ronda. Es importante para el Athletic estar en ese bombo, con algunos de los mejores equipos de Europa», subrayó.
En lo que respecta al encuentro, Caparrós consideraba que «ha pasado por aquí un magnífico equipo, un gran equipo. Me ha gustado mucho en todos los conceptos, es un equipo muy equilibrado física y técnicamente, con mucha envergadura, mucha velocidad, gente con mucha técnica... Además no hemos sabido cerrar y nos han marcado muy pronto y éso es un hándicap muy grande -admitió-. En la segunda parte hemos tenido algo más de carácter y hemos intentado buscar un gol que nos habría metido un poco en el partido. Al final no ha podido ser. Han sido muy superiores», reconoció el utrerano.
Lo cierto es que la noche fue mala para todos en general y para algunos en particular. Por ejemplo para Iñigo Díaz de Cerio, al que, como a sus compañeros, no le salieron las cosas. Se fue, de hecho muy enfadado, como él mismo reconocía. «Me he ido enfadado conmigo mismo -aclaró- porque era una oportunidad muy bonita para intentar demostrar todo lo que llevo dentro y la verdad es que no lo he hecho». Respecto al choque, el jugador reconoció que «en la primera parte nos hemos visto totalmente superados. El 0-2 nos ha hecho mucho daño y luego ya era muy complicado jugarles». Algo tuvieron que ver las condiciones en las que afrontó el Athletic el choque, aunque el delantero no quería escudarse en eso. «Ellos no han guardado nada, prácticamente han sacado el equipo de gala y nosotros estábamos con cuatro o cinco piezas nuevas, pero no hay que buscar excusas y tampoco hay que buscar excusas: ellos han sido superiores y a nosotros no nos han salido las cosas como nos habría gustado», explicó.A.U.L.
Tal y como cabía prever, con Koikili y Castillo fuera de juego, Jon Aurtenetxe debutó anoche como jugador del Athletic. A sus 17 años formó parte del once titular. Jonás Ramalho sí estuvo esta vez en el banquillo, pero no se vistió de corto.
Junto al Grupo L, otros cinco concluyeron ayer la liguilla. En el D se clasifican Sporting de Portugal y Hertha; en el E, Roma y Fulham; en el F, Galatasaray y Panathinaikos; en el J, Shaktar Donestsk y Brujas; y en el K, PSV Eindhoven y Copenhage. Los líderes pueden quedar emparejados con el Athletic en 1/16.
Los rojiblancos disfrutarán de ocho días de vacaciones navideñas. En cuanto acabe el derbi ante Osasuna se olvidarán de Lezama hasta el 28 de diciembre, cuando están citados allí a las 19.00.