«Luego de un intenso tiroteo entre presuntos delincuentes de la organización delictiva del cártel de los Beltrán Leyva y personal de Infantería de Marina de México, resultó muerto Arturo Beltrán Leyva -uno de los narcotraficantes más buscados-», informó la Secretaría de la Marina (Semar) en un comunicado. En el enfrentamiento, ocurrido cerca del hospital de Cuernavaca, también fallecieron seis sicarios y un agente de la Semar. Dos militares resultaron heridos y tres personas fueron detenidas.

«Esta operación se ha llevado a cabo después de una intensa labor de inteligencia realizada por personal de la Semar», añadió. Las cadenas de televisión mexicanas transmitieron imágenes de la movilización de tropas en las calles de esta ciudad, de unos 350.000 habitantes. La zona residencial donde se desarrolló se convirtió en un campo de batalla entre narcotraficantes y militares, mientras las autoridades locales pedían a los vecinos que no salieran de sus casas. Según testigos, el tiroteo se prolongó durante varias horas.

La Procuraduría General de la República (PGR) había ofrecido una recompensa de unos 2,4 millones de dólares. Una fuente de la PGR explicó a la AFP que los Beltrán Leyva, uno de los principales clanes que controlan las rutas del tráfico de drogas en el centro y sur del país, estuvo durante un tiempo ligada al cártel de Sinaloa, pero que esa alianza aparentemente se rompió tras la detención en enero de 2008 de Alfredo Beltrán Leyva, otro de los cinco hermanos. Se presume que en los últimos meses, los Beltrán Leyva se aliaron con los Zetas, ex militares reclutados por el cártel del Golfo.

El fiscal general, Arturo Chávez, pronosticó una guerra interna dentro del cártel. «Esta pérdida les obligará a hacer una reestructuración y no es descartable que se dé violencia en su interior hasta que se defina el nuevo mando», declaró. Consideró que otros grupos rivales, como el Sinaloa, pueden interpretar esta muerte como «una oportunidad para fortalecer posiciones y puede significar enfrentamientos».

El presidente mexicano, Felipe Calderón, afirmó que se trata de «un logro muy importante».