Alzada sobre la misma muga entre Nafarroa y Gipuzkoa, la cumbre de Urkita domina un panorama sorprendentemente amplio sobre los valles de Araitz y Araxes. Estos días, constituye, además, una atalaya privilegiada desde la que contemplar la sierra de Aralar y poder admirar el cromatismo otoñal de los bosques de alerces y hayas.

El pueblo de Areso será nuestro punto de partida para alcanzar esta cumbre habitualmente marginada de los itinerarios clásicos de los montañeros. Tras la iglesia se encuentra el cementerio. Paralelo a su muro izquierdo vemos un camino que parte en dirección oeste. Poco nos cuesta llegar a la altura del caserío Gereñoenea. Virando hacia la izquierda frente a una gran borda, el sendero asciende diáfano flanqueado de muretes de piedra hasta que un árbol caído nos corta impasible el paso.

Deberemos tomar un sendero que flanquea por la derecha el obstáculo y enfila hacia el altozano sobre el que se asienta la ermita de Santa Cruz. Todavía nos queda un repecho antes de alcanzar el collado de Altzegi (818 m.), abierto entre las cumbres de Uli y Ulizar.

Nos encontramos en los lindes de los parajes que se dieron en llamar la frontera de los malhechores, en referencia a las incursiones de banderizos guipuzcoanos en los pueblos fronteros de Nafarroa. Robos de ganado, quema de campos y bosques y toda clase de tropelías eran protagonizadas por prófugos de la justicia o por fuerzas mercenarias, más o menos controladas por los poderosos clanes oñacinos de Lazkano, Larrea, Alzaga o Berastegi.

Frente a la sierra de Aralar

Hemos enlazado con la ruta clásica entre Tolosa y Aralar, que sigue cada cuatro años la Marcha de XIV horas. Tomando hacia la izquierda, poco más adelante nos desviaremos de ella por unos momentos para alcanzar con poco esfuerzo la modesta cima de Ulizar (866 m.), que ofrece unas excelentes vistas.

Retornando a la pista, caminaremos ahora con rumbo sur entre zonas boscosas acompañados por el balizaje de la vuelta a Gipuzkoa. El itinerario nos aboca a un fuerte descenso hacia la barranca de Merku. Desde su vaguada (663 m.) vamos a acometer el ascenso de la pendiente que tenemos frente a nosotros hacia el altozano de Muxeo. Antes de llegar bajo las trepas de caza, dejamos la pista para iniciar a media altura un flanqueo hacia la derecha, primero por bosque, después por terreno despejado, buscando el collado de Urdangarate (669 m.). En esta época desde este tramo del itinerario se divisa un precioso contraste de colores otoñales en los bosques de alerces, hayas y pinos.

Un fuerte repecho se enfrenta a nosotros. Iniciamos el ascenso siguiendo un tenue sendero guiados por los balizajes blanquirrojos de la Vuelta a Gipuzkoa. Un flanqueo final nos lleva hasta la cúspide rocosa de Urkita (854 m.), que constituye un espléndido mirador sobre el farallón de Malloak de Aralar y el valle de Araitz

De nuevo en el collado desde el que iniciamos el ascenso a la cima, volveremos sobre nuestros pasos remontando entre herbales la loma de Muxeo (813 m). Continuando por sus altozanos vamos siguiendo la línea de puestos de caza hasta enlazar con una pista empedrada recientemente.

La pista describe un giro a la derecha para cruzar un tramo descendente habitualmente embarrado y resbaladizo. Sobre un piso asentado de tierra y piedra pasamos frente a unos refugios de cazadores. Ya a la vista del núcleo de Gorriti, giraremos hacia la izquierda (NO), teniendo como referencia una torre metálica, enclavada sobre el mismo paso de la autovía, en la proximidad del área de servicio de Pagolezai. Unos metros por debajo de esta torreta encontraremos un amplio camino que se adentra en la barranca de Matxain erreka.

El camino se convierte en pista y desciende hacia Areso ofreciendo de cuando en cuando preciosos encuadres sobre el curso de la regata, que discurre entre gradas y cascadas. Pasamos junto a las ruinas del molino y ferrería de Matxain. Finalmente, la casa de Alkoz nos abrirá la entrada al núcleo de Areso, que sigue, como a nuestra partida, intentando trepar en vano hacia las alturas desde el estatismo de sus casonas de piedra caliza (4,05 h).