Todos los pronósticos se cumplieron. Los del tiempo acertaron con el intenso frío. Y la cita oficial más importante de bloque del calendario vasco, el Campeonato de Euskadi, tampoco falló con las previsiones.

La verdad sea dicha, lo que se vivió durante toda la jornada del sábado en el frontón Uarkape de Arrasate no dejó a nadie indiferente. Y para muestra un botón: ¡casi 90 escaladores se presentaron a la fiesta bloquera!

Además, en esta ocasión, la cita de la competición de búlder contaba con un ingrediente especial; uno de esos que no se debiera dejar en el olvido. Y es que en la misma cita pudimos ver el desarrollo de los aprietes de los populares y de la élite. Sí, la cita tenía un doble llamamiento: la popular «Santamas» y el Campeonato de Euskadi. Noventa escaladores entre categoría juvenil, popular y élite. Una mezcla y simbiosis que resultó perfecta.

A pesar del frío de la calle, lo vivido en el frontón arrasatearra rompió los grados negativos del mercurio gracias a esa existosa participación y al público que en gran número animó a los competidores. Y para poner la guinda a esta gran fiesta, no nos olvidamos de la organización del evento que corrió a cargo del Debagoieneko Eskalatzaileak Taldea y la EMF.

Para las diez de la mañana todo estaba preparado. El buen ambiente entre los competidores se palbaba desde el primer momento. Como la cita era en casa, los bloqueros de Debagoiena fueron los que mayor número de representantes tuvieron en la fiesta. Pero, como siempre, no se quedaron atrás los de Ondarru, Gasteiz, Donostialdea, Azpeitia...

En la prueba de la mañana, los escaladores de las distintas categorías tuvieron que hacer frente a cinco bloques. En ese trabajo participaron Ion Grutz Lazkoz y Gotzon Gardeazabal, y en tareas de colaboración Sergio Maiztegi. Consenso entre los competidores: los bloques propuestos eran buenos y de calidad. Y, la verdad sea dicha, dieron en la diana.

A los populares que participaron en la VIII edición de la prueba de «Santamas» se les vio con muchas ganas de apretar. Cinco bloques por delante para 30 competidores, entre los que sólo hubo una fémina. Se lo jugaban todo en esos bloques, ya que, a diferencia de la prueba oficial, no disputaron la final. De entre todos, Xabier Derteano fue el más fuerte, seguido de Ion Aranzeta y Eneko Amasene. A Zuriñe Arrue también se le vieron buenas maneras.

Finales abiertas

Con 50 especialistas, las clasificatorias del Campeonato de Euskadi se disputaron en categoría sub-20 y senior. No hubo apenas sorpresas. En el senior masculino, por ejemplo, se preveía una lucha cerrada por el nivel que estaban demostrando en estas últimas fechas. Tal fue así que algunos favoritos para la lucha en la final se quedaron fuera de ella. Entre ellos, Markel Mendieta, que se preparó con una «dieta especial», el subcampeón del año pasado, Antton Zabala, otro de los habituales en las finales, como Jon Sard.

En sub-20 femenina, cinco finalistas y muy bonito el nivel demostrado por todas ellas. A la ganadora, Itziar Zabala, se le vio muy suelta embolsándose los bloques propuestos. También estuvieron en un muy buen nivel la segunda y tercera clasificadas, Lara Larrañaga y Jone Martínez.

En chicos, lucha cerrada entre los cuatro primeros clasificados, Omar Benali, Jon Ferrero, Mikel Velasco y Aritz Domínguez. Encadenaron los cuatro bloques propuestos, pero, por intentos, Benali quedaba cuarto y Ferrero, tercero. Velasco y Domínguez, en cambio, empataron y tuvieron que jugar una superfinal en dos bloques de la final de los chicos seniors. De los dos, Domínguez fue capaz de firmar uno y, de esta forma, se llevó la txapela. Velasco, a pesar de los ánimos del público y pancarta de apoyo incluída, se tuvo que conformar finalmente con el segundo puesto.

Dos únicas representantes en senior femenina: Leire Aranbarri e Itziar Rodríguez. A Aranbarri se le notó que está en un gran estado de forma. Muy concentrada y fuerte durante toda la final, fue capaz de hacer top en dos de los cuatro bloques. Así, por primera vez, se proclamaba campeona de Euskadi. Rodríguez, por su parte, no pudo con ninguno de los bloques.

Y en el apartado masculino, siete finalistas. Jóvenes como Ander Mendieta y veteranos con mucha motivación como Joxe Luis Urkizu e Iker Arroitajauregi. Fue una final de mucha emoción y sin ningún claro favorito. Bueno, quizás el que mayor boletos tenía en las quinielas era el vigente campeón, Joseba Saiz. Pero en la competición, las «sorpresas» se cuelan sin gran dificultad.

De los cuatro bloques propuestos por los equipadores, sólo uno, el último, quedó sin resolverse. Visto el desarrollo de los tres primeros, la victoria final pendía de un hilo. Los tres primeros clasificados se hacían con los mismos bloques, pero ninguno de ellos logró resolver el último, como comentamos.

Mikel Odriozola fue el que menor número de pegues firmó y finalmente se proclamó, también por primera vez, campeón de Euskadi. «Estaba fuerte y muy motivado, pero me ha sorprendido ganar, ya que había compañeros con mucho nivel», afirmó el vencedor. Saiz no pudo revalidar el título y fue segundo. Iban Larrion se subió al tercer cajón del podio.