Servired y el Sistema 4B ultiman la fusión de sus procesadores de pagos, las empresas Sermepa y Redy (Redes y Procesos), respectivamente, según fuentes conocedoras de las conversaciones que han mantenido ambas compañías durante más de un año, citadas ayer por Efe.

Desde Servired explicaron que el proceso de fusión nunca se rompió y que durante este tiempo se han ido encargando estudios, si bien este tipo de procesos pasan por altibajos y se alargan en el tiempo.

Aunque Servired no ha podido confirmar cuándo se formalizará la fusión, otras fuentes señalaron que las conversaciones se encuentran «muy avanzadas», por lo que se espera que la operación culmine en breve.

Desde 4B no quisieron confirmar ningún detalle de la fusión, que buscaría mejorar los servicios de estos procesadores de pagos con la implantación en Europa de la zona única de pagos, la denominada SEPA (por sus siglas en inglés).

Servired cuenta con 103 socios, entre ellos BBVA, La Caixa y Caja Madrid, mientras que el Sistema 4B es con el que operan entidades financieras como el Banco Santander, Banesto o el Banco Popular.

En la empresa resultante de la fusión todos los socios estarán representados, aunque fuentes financieras consultadas aseguraron que buena parte del accionariado lo controlarán el Grupo Santander, BBVA y La Caixa, a partes iguales.

Del total de operaciones de compra con tarjetas, cerca del 60% de la cuota de mercado está en manos de Servired. El otro 40% se lo reparten a partes iguales el Sistema 4B y Euro6000, el sistema de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

Con la fusión de procesadores de pagos, la empresa resultante canalizará más del 80% de las compras con tarjetas en el Estado español.

En 2008, Servired y el Sistema 4B anunciaron que habían iniciado pasos hacia la fusión, pero ésta quedó estancada, entre otros motivos, por las diferencias a la hora de establecer las valoraciones de los diversos activos implicados en la fusión de Sermepa y Redy.

Ahora los contactos se han vuelto a retomar, con más fuerza si cabe, en un contexto de concentración general del sistema financiero en Europa y en el Estado español y con la intención de competir con otros sistema de pagos europeos, para los que el mercado español es muy interesante porque el uso de dinero de plástico es menor que en otros estados, donde esta fórmula de abono se encuentra mucho más extendida.

Tanto la Comisión Europea como el Banco Central Europeo alientan la fusión de este tipo de compañías, por considerar que existen demasiados procesadores de pagos. En estados como Gran Bretaña. Italia o Bélgica, ya se han dado procesos de integración similares, en los que el Estado español, con el negocio de banca minorista más desarrollado de Europa, lleva retraso.