Urkullu no observa novedades en la iniciativa de la izquierda abertzale
Iñigo Urkullu dijo ayer no observar «diferencias» entre la última reflexión de la izquierda abertzale y otras desarrolladas en el pasado. «La única que le veo es que cada vez va pasando más el tiempo para todos y para ese mundo que no ha conseguido nada en política», precisó. Las declaraciones del presidente del EBB contrastan con las realizadas en los últimos días por dirigentes del PSE, que han pasado de despreciar el debate a apreciar «un movimiento evidente».
GARA |
A diferencia de las últimas manifestaciones escuchadas en boca de los máximos dirigentes del PSE, que hace poco más de un mes decían no ver más que «un brindis al sol» en el debate abierto en la izquierda abertzale y que ahora aprecian «voluntad» -el último en seguir esa senda evolutiva fue el lehendakari, Patxi López, que el viernes manifestó que «vemos que hay un movimiento evidente en el mundo del abertzalismo radical»-, para el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, no hay nada nuevo en la iniciativa. De hecho, acusó al independentismo de «andar jugando con el tiempo».
«A mí lo que me preocupa realmente es que ETA no ha anunciado el alto el fuego definitivo, para siempre. Y lo que me preocupa también es que todo ese mundo ande jugando con el tiempo cuando es tan fácil como decirle a ETA: `Tú no tienes por qué influir en política y no tiene sentido la violencia con una supuesta justificación política'», señaló el líder jeltzale en una entrevista concedida a la agencia Europa Press.
En base a esa consideración, afirmó que no existen diferencias entre la renovada iniciativa y otras reflexiones desarrolladas en el pasado: «La única que le veo es que cada vez va pasando más el tiempo para todos y para ese mundo que no ha conseguido nada en política».
«Les van saliendo arrugas»
Urkullu agregó que «movimientos ha habido siempre», a su juicio sin éxito, y consideró que «también las personas de ese mundo [en referencia a los abertzales de izquierdas] se mirarán al espejo y dirán: `Va pasando el tiempo, me van saliendo arrugas y esto no hay forma de recomponerlo'».
Para el presidente del Euzkadi Buru Batzar, «ante la realidad de la existencia de esta tragedia, que es ETA», la única salida que cabe es que la organización armada anuncie el cese definitivo de su actividad y se ponga fin a la situación «que viven las personas amenazadas».
«Y que ese mundo que vive bajo la tutela de una organización político-militar es quien tiene que sacarse sus castañas del fuego. No pueden esperar a que los demás se las saquen. Si quiere hacer política, ya sabe lo que tiene que hacer. Y tiene que ser también consciente de que su no presencia en política está coadyuvando a otras fórmulas, como la alianza entre el PSE y el PP», manifestó Urkullu.
El presidente del EBB también se refirió en la entrevista a la polémica suscitada por la designación de José Ignacio Munilla como obispo de Donostia. A su juicio, los religiosos vascos «no son rebeldes» sino «consecuentes con la realidad de una comunidad diferenciada», y consideró que la Iglesia católica española está «gobernada por unos jerarcas con la tentación de influir en la política vasca» mediante los nombramientos.
«Sin ánimo de entrar en una polémica de la política y la religión, yo tengo que hacer ver a la ciudadanía que es la jerarquía de la Iglesia católica en el Estado español la que se ha entrometido en el ejercicio de la política, la que ha criticado al nacionalismo y la que ha reivindicado la unidad de España», apuntó Urkullu, quien añadió que la Iglesia vasca, en los últimos 30 ó 40 años, «se ha significado por ser una Iglesia absolutamente leal y coherente con el Concilio Vaticano segundo, pegada a ras de suelo, que aborda la realidad social desde su concepción cultural, histórica, y eso alguien lo quiere identificar con política». Lamentó, además, que se cuestione «el compromiso de la Iglesia vasca en relación con la violencia, cuando es incuestionable». GARA
