Las lesiones son algo inherente al deporte, y más en una liga tan exigente como es la NBA. Pero la relación de los Portland Trail Blazers con los problemas físicos tiene un componente trágico si atendemos a la historia de esta competición, con apuestas perdidas por el sumidero por culpa de las lesiones.

Como no podía ser menos, los Blazers vuelven a padecer el reverso tenebroso del deporte. Greg Oden, lesionado de la rodilla por lo que queda de temporada; Travis Outlaw, fractura por estrés en el pie izquierdo; Nicolas Batum, lesionado del hombro; Rudy Fernández, operado de la espalda. Los novatos Pendergraph y Mills también están lesionados y hasta el técnico Nate McMillan se rompía el tendón de Aquiles del pie derecho a principios de este mes en un entrenamiento. Toda una plaga trae de cabeza a una franquicia que, no obstante, se mantiene en puestos de play off con 17 triunfos y 12 derrotas.

Y se mantiene gracias al genio de Brandon Roy, que ha sacado lo mejor de su repertorio cuando más lo necesitaba su equipo. La última victoria de Roy no era otra que contra los Miami Heat de Dwaine Wade, cosechado, además, en el American Airlines Arena de la capital de Florida.

Los Trail Blazers perdían 87-81 a falta de seis minutos. Fue entonces cuando el escolta nacido en Seattle ejerció de verdadero líder y guió a los suyos al triunfo anotando 11 de sus 28 puntos. No falló ninguno de los cuatro últimos lanzamientos que hizo, entre ellos un triple decisivo -de los cinco que anotó sin fallo- a falta de 28 segundos con Flash Wade literalmente pegado a él para dejar el marcador en un 92-99 que decidía el encuentro. El consabido carrusel final de tiros libres alargaría la agonía del encuentro hasta el 95-102 final.

«Brandon es un jugador de nivel All Star», declaró tras el partido el técnico de los Blazers. «Los que tienen tanto nivel siempre pueden ser capaces de realizar esta clase de exhibiciones», apostillaba Nate McMillan.

Obviamente, Roy no estuvo solo. LaMarcus Aldridge aportó 23 puntos, mientras que el base Andre Miller logró 17 tantos y Martell Webster llegó a los 15. ¿Qué no harían los Blazers si todos estuviesen sanos?

Greg Oden, o el nuevo Sam Bowie

Como se ha comentado al principio, lo de Portland y las lesiones de sus jugadores franquicia es el cuento de nunca acabar, y más ahora que Greg Oden, el puntal en el juego interior que no tienen los de Oregon desde la marcha de Sabonis, vuelve a estar en el dique seco por lo que resta de campaña.

Oden, número uno en el draft de 2007 parece seguir la estela de Sam Bowie, aquel jugador elegido por Portland en el draft de 1984, por delante de dos monstruos de la historia del baloncesto como Michael Jordan y Charley Barkley, y que fue un rotundo fracaso debido a las continuas lesiones de rodilla.

Desde luego que el gigante de los Trail Blazers no se lleva muy bien con las lesiones. Se pasó en blanco su temporada de debut por una lesión en pretemporada. Después de un año en el que mostró su poderío bajo los aros, la campaña 2009/2010 debía ser la de su eclosión. Sin embargo, una mala caída ante Houston lo ha apartado hasta el año que viene. Veremos si a la tercera es la vencida.