No se crean que me obsesiona la identidad e ideología de los obispos, pero cuando el asunto salta al principal editorial de «El Mundo» es que la cosa tiene su miga.

Ayer la emprendían con Uriarte por unas declaraciones en relación a su sucesor. Según el editorialista de Pedro J., estas manifestaciones «valorando críticamente la elección de su sucesor son un suma y sigue al calamitoso papel que una parte de la Iglesia ha tenido y tiene en el País Vasco». Empieza duro.

Y es que, en opinión del escriba de Ramírez, «que Juan María Uriarte diga ahora que es `deseable una mayor participación' de las comunidades cristianas en los nombramientos de sus prelados, sencillamente por el hecho de que no considera a monseñor Munilla uno de los suyos, causa vergüenza». ¿Por qué?

Dijo, entre otras cosas, que le preocupa la situación reflejada en la carta de los párrocos guipuzcoanos disconformes con la llegada de José Ignacio Munilla y que «la comunión está herida» en la iglesia guipuzcoana, y al escribiente le parece que «no se puede usar una fórmula más jesuítica -en el peor sentido de la palabra- para echar leña al fuego y azuzar la inquina contra su sucesor». Y en referencia al perfil que Uriarte proponía para el nuevo obispo, se pregunta «El Mundo»: «En cuanto a lo del `perfil', ¿a cuál se refiere Uriarte?, ¿al de quien contemporiza y gasta medias tintas con los asesinos de ETA? Si está poniéndose como modelo, habrá que recordarle que fue él el obispo que reclamó el acercamiento de los presos etarras en el propio funeral de López de Lacalle». En esa homilía Uriarte dijo muchas más cosas, pero al de «El Mundo» sólo le interesa una parte. A eso se le llama manipular.

Pero va más allá el autor de la solemne melonada: «Las palabras de Uriarte dan verosimilitud a la tesis expresada ayer por la alcaldesa de Lizartza, Regina Otaola, que señala al obispo emérito de San Sebastián, Setién -mentor de su sucesor-, como la persona que `está detrás' del documento contra Munilla». Regina Otaola, que está enfadada, dice, porque el párroco de Lizartza no le saluda. Será que es feligresa de otra parroquia.