Una mujer de 83 años fue hallada muerta y su hermano, de 70 años, está herido de carácter reservado, tras un robo cometido el pasado viernes en un caserío de la localidad vizcaína de Urduliz, pero que no fue descubierto hasta ayer por la mañana.

Según informó el Departamento de Interior del Gobierno de Lakua en un comunicado, los hechos ocurrieron en realidad hacia las 18.00 horas del pasado viernes, cuando varias personas entraron en el caserío, en el que estaban los dos hermanos, seguramente para robar.

Los asaltantes maniataron a los dos ancianos y posteriormente se fugaron, aunque a la hora de emitir la nota la Ertzaintza desconocía si había algún tipo de botín y a cuánto ascendía. La prioridad fue, lógicamente, evacuar al hospital al herido y levantar el cadáver de la mujer. Para entonces ya habían pasado 64 horas desde que se produjo el asalto.

La Ertzaintza no tuvo conocimiento del mismo hasta las 10.00 de la mañana de ayer, cuando el centro de atención de emergencias, SOS-Deiak, recibió una llamada telefónica de aviso. Al parecer, fue un sobrino quien entró en la casa y descubrió lo que había ocurrido. Tras acudir al lugar, los agentes comprobaron que el baserri había sido asaltado. Está ubicado en la carretera que une este municipio con la localidad de Plentzia.

Al lugar se trasladaron inmediamente unidades policiales y efectivos sanitarios, que evacuaron al hombre al hospital de Gurutzeta, en Barakaldo, donde fue atendido de varias contusiones. Su pronóstico ha sido calificado como «reservado». Un vecino explicó que tiene cuatro costillas rotas y afectado el pulmón.

El juez de guardia de Getxo ha comenzado las diligencias judiciales y procedió al levantamiento del cadáver de la malograda anciana.

Cuatro detenidos antes

La Ertzaintza informó de que ese mismo caserío ya fue objeto de un robo en la madrugada del pasado 16 de agosto y que al día siguiente agentes de la Policía autonómica vasca detuvieron a cuatro varones, de entre 16 y 40 años, acusados de ser los autores del mismo. Se trató también de una irrupción violenta, y en la que al parecer fue golpeado también el lechero.

En declaraciones a la agencia Efe, un vecino de la fallecida, que vive en otro caserío ubicado a unos cincuenta metros del primero, explicó que ni en el primer asalto ni en esta ocasión notaron nada extraño y que se enteraron del suceso a primeras horas de la mañana de ayer.

Resaltó que ambos eran conocidos de toda la vida de la localidad y que el hombre de 70 años se dedicaba todavía ahora a repartir en la vecina localidad de Plentzia la leche que producían las vacas que tenían en ese caserío, así como otros productos del campo.

«Son gente trabajadora, introvertida en el sentido de que sólo se dedicaban a las labores del caserío», explicó este vecino, quien aseguró que la casa donde se ha producido el robo era donde vivía la mujer y que su hermano tenía otra vivienda cercana aunque la visitaba de modo frecuente.

Durante todo el día, la Ertzaintza continuó inspeccionando el lugar, así como técnicos de la Diputación de Bizkaia que se hicieron cargo de los animales que había en el lugar, especialmente de las vacas de leche, una de las cuales fue sacada muerta de la cuadra.

El alcalde de Urduliz destacó que los dos hermanos pertenecen a una familia muy trabajadora, como demuestra la abundante cantidad de ganado que hay en el caserío.