La redada realizada el pasado jueves en localidades muy diferentes y que deparó la detención de tres jóvenes a los que se liga con la organización Irrintzi concluyó ayer con dos encarcelamientos.

Según fuentes judiciales de París, tras pasar los detenidos ante la Fiscalía uno de ellos fue puesto en libertad (tras cuatro días de incomunicación), pero no así los otros dos. No se difundió la identidad exacta del liberado. Los tres detenidos fueron identificados como Stephane Callou, Sebastian Callou y Lionel Labeyrie.

A Irrintzi se le imputan múltiples sabotajes, sobre todo contra intereses turísticos del Estado francés en Euskal Herria. En muchos de ellos apareció la leyenda «Euskal Herria ez da salgai». Según estas mismas fuentes judiciales, uno de los detenidos sí se autoinculpó de estas acciones.

Desde el primer momento, la Policía francesa puso interés en afirmar que los detenidos no pertenecen a lo que definió como «movimiento vasco». Askatasuna dio a conocer el sábado, por contra, que Stephane Callou es un conocido miembro del comité de apoyo a los presos vascos de París, y que Sebastian es primo suyo. Este organismo remarcó que el citado comité está desempeñando un gran trabajo de denuncia del caso de Jon Anza.