Los éxitos de público obtenidos por la guionista y realizadora Nancy Meyers con sus anteriores comedias románticas «¿En qué piensan las mujeres?», «Cuando menos te lo esperas» y «The Holiday», todas ellas con brillantes repartos estelares de Hollywood, le permiten no tener que arriesgar y seguir alimentando el género con pequeñas variantes argumentales, suficientes al fin y al cabo para que sus grandes actrices y actores se luzcan sin problemas.

La supuesta originalidad de «No es tan fácil», que en el título original de «It's Complicated» no expresa una frase en sentido negativo sino afirmativo, se sustenta en que ahora la protagonista pasa de ser la esposa a ser la amante, al tropezar por segunda vez en la misma piedra y volver a enamorarse de su ex. La novedad va acompañada de la reivindicación de los romances maduros en una época en la que la industria sólo se interesa por el producto juvenil.

Nadie niega a Nancy Meyers su intento de romper convencionalismos, pero tampoco puede evitar caer en ellos a la hora de los emparejamientos, dejando que la ficción haga realidad lo que de otra forma sería difícil de creer. Ya se sabe que Meryl Streep y Alec Bladwin son muy buenos en lo suyo y son capaces de interpretar lo que les echen, pero por mucha imaginación que ponga el espectador cuesta un mundo suponer que hayan podido ser alguna vez matrimonio, y que además se vuelvan a enamorar después de divorciados. Es de dominio público que Alec Baldwin ha estado casado con la explosiva Kim Basinger, que es justo todo lo contrario de Meryl Streep. Lo que sí encaja mejor es que Steve Martin ande detrás de Meryl Streep, y que ésta lo rechace, puesto que es de sobra conocido que la convivencia con un cómico puede llegar a ser insoportable.