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La salud laboral es una asignatura pendiente en las empresas ante la falta de actuación de los gobiernos

La salud laboral es todavía una asignatura pendiente en los centros de trabajo ante la falta de actuación de los diferentes gobiernos. Los empresarios siguen incumpliendo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995. Así, 2009 se cerrará con al menos 94 trabajadores muertos, de ellos 14 por culpa del amianto. ELA, LAB, CCOO y UGT reconocen que queda mucho trabajo.

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Juanjo BASTERRA I

El balance de la siniestralidad laboral en Hego Euskal Herria muestra, con los últimos datos disponibles, que han bajado los accidentes mortales. 2009 se llevará al menos a 94 trabajadores, de los que 14 fueron por culpa del amianto. Son menos que los producidos el año pasado, que alcanzaron los 112 fallecidos. El número se reduce, pero las causas de la siniestralidad laboral y de las enfermedades profesionales permanecen, porque todas las centrales sindicales destacan la bajada de la mortalidad en los accidentes, pero señalan al unísono que se debe a que la actividad productiva ha caído debido a la crisis económica. La mejora nada tiene que ver con que los centros de trabajo estén en mejores condiciones de seguridad y salud, ni que a los empresarios les haya entrado la fiebre por la prevención de riesgos. No es así. Las causas de la siniestralidad se manifiestan una y otra vez en los accidentes que se producen y son: «la elevada temporalidad, la subcontratación, la falta de formación, los ritmos elevados de trabajo y, entre otras más, la ausencia de prevención de riesgos laborales», según describe Esperanza Morales, responsable de Salud Laboral de UGT Euskadi, en declaraciones a GARA.

Como dato a tener en cuenta, en Hego Euskal Herria desde 1995 cuando se aprobó la la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), que obliga a los empresarios a tener las condiciones de seguridad y salud y a informar y formar a los trabajadores a su cargo de los riesgos existentes, sean de su plantilla o subcontratados, han muerto 1.877 trabajadores en accidentes de trabajo. A éstos habría que añadir los que han fallecido por enfermedades profesionales y autónomos e inmigrantes que no estuvieron amparados por la legislación preventiva. Hacen una media anual en estos catorce años de 134 trabajadores fallecidos por culpa de la falta de medidas de seguridad en el trabajo. Sin embargo, esta dramática situación no mueve los pilares de la Administración para obligar a los empresarios a que cumplan la legislación en todos sus extremos porque cuesta vidas de trabajadores.

«Desolador»

Janire Domínguez, responsable de Salud Laboral de ELA, afirma que el balance de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales «sigue siendo desolador», porque «el número de accidentes graves y mortales ni siquiera ha descendido» si se tiene en cuenta la población ocupada. Así, lo ha reconocido hace unos días Osalan, que advirtió que la incidencia de los accidentes mortales y graves han crecido hasta octubre, según son los datos oficiales.

Para Domínguez, las causas «se repiten» y son «estructurales», pero tienen que ver de forma directa «con la precariedad». Para ELA, las medidas puestas en marcha por la Administración «hasta la fecha han fracasado, porque son continuistas, insuficientes y carentes de concreción». Lo más grave, según Janire Domínguez, es «la nula voluntad del Gobierno por abordar y dar solución y salida a esta realidad preocupante». Para ella, la salida pasa por «adoptar políticas que van en contra de los intereses de la patronal». En este caso, Ibon Zubiela, responsable de LAB en materia de Salud Laboral, reconoce que Osalan y el Instituto Navarro de Salud Laboral (INSL) se dedican «más a hacer propaganda que realmente a analizar y actuar con nuevas medidas para evitar la siniestralidad. Hacen campañas, visitas a obras y recomiendan a la patronal que debe cumplir la ley. Pero, no debe ser así: o se cumple o no se cumple. A éstos, si infringen la ley, se les avisa hasta 83 veces o más, porque en el fondo no tienen ninguna intención de cambiar las condiciones de trabajo. La Administración pública está alineada con la patronal, quiere aparentar que hacen algo, pero sin cambiar nada. Ese es el problema, mientras tanto somos los trabajadores quienes perdemos la vida».

Zubiela reconoce que ha bajado el número de accidentes mortales, pero «en proporción no ha variado, porque la actividad ha bajado». En este caso, recuerda que recomendaron tanto en Osalan y en el INSL que se realizase un estudio sobre el impacto de la crisis entre los trabajadores vascos, pero «ha quedado en agua de borrajas. No les interesa».

Jesús Uzkudun, responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi, constata la merma en los accidentes mortales, pero cree que es «absolutamente insuficiente», a la vez. igual que denunció Ibon Zubiela, de LAB, opina que hay una reducción en la declaración de enfermedades profesionales que «de ser verdad, nos colocaría en las mejores condiciones de trabajo de la Unión Europea, pero eso no tiene que ver con la realidad, sino en la ocultación de las mismas».

Uzkudun destaca, sin embargo, el trabajo de la central sindical contra «el fraude preventivo que conlleva la ocultación de enfermedades», ya que ha permitido la aparición de un 10% más de hipoacusias -sordera derivada del ruido- , de casi el doble de enfermedades relacionadas con la silicosis y la dimensión del problema de salud pública que han adquirido las enfermedades derivadas de la exposición al amianto.

En este sentido, Esperanza Morales, igual que Jesús Uzkudun e Ibon Zubiela, denuncia en el balance de este año «la falta de eficacia del protocolo que en su día firmaron Osakidetza, Sanidad y Osalan para comunicar las sospechas de enfermedades profesionales existentes. Al no aplicarse, está provocando una menor declaración de las mismas». En este caso, Zubiela afirma que en «dos años de ese protocolo no llegan a 100 sospechas comunicadas. LAB casi ha notificado tantas como los servicios de prevención. Me imagino que otros sindicatos también. No hay interés real. Ni el Gobierno de Iruñea ni el de Gasteiz tienen intención de crear el registro de enfermedades para que sean visibles», mientras que Jesús Uzkudun afirma que CCOO asumirá el reto de «impulsar un cambio de Sanidad y Osakidetza para comunicar la sospecha de enfermedades laborales».

Para 2010, los cuatro representantes sindicales reclaman más esfuerzo. CCOO y UGT lo sitúan en la mesa de diálogo social, mientras que ELA y LAB ven este futuro próximo con «pesimismo», porque, como dice Janire Domínguez, «mientras no se dé un cambio radical en las políticas públicas de seguridad y salud laboral, los trabajadores seguirán en condiciones nada seguras e insalubres, ante una patronal tranquila y un Gobierno que prefiere mirar hacia otro lado y vender con propaganda que hace algo».

Ibon Zubiela, de LAB, termina indicando que en 2010 «vamos a seguir igual de mal desgraciadamente. Nosotros siempre estaremos en la defensa y la salud de la vida de la clase trabajadora». Jesús Uzkudun, de CCOO, pide «una respuesta unitaria para mejorar la calidad preventiva y evitar tanta muerte».

Gurutzeta reconoce la enfermedad profesional por amianto del ex fontanero

Tras las denuncias públicas de CCOO y de los familiares de Javier Rojo Cruzado, la directora de Personal del Hospital de Gurutzeta ha remitido una carta a Mutualia para transmitir que el trabajador sufre un mesotelioma maligno pleural debido a la exposición al amianto y que se encuentra en invalidez permanente a fin de que se le reconozca la enfermedad profesional.

Por otro lado, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco avala la decisión anterior del Juzgado de Lo Social, que condenó a la empresa Fundición Nodular Flesic a un recargo del 30% de las prestaciones al trabajador Patxi Kortazar, que está infectado por amianto, dado que la empresa no actuó en materia preventiva. J. BASTERRA

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