Ante el contundente golpe que le ha dado el Euskobarómetro al reflejar que el 71% de la ciudadanía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa desconfía de su capacidad de gestión, Patxi López echa balones fuera, intenta restar importancia a ese dato y augura un cambio en la opinión pública para cuando su Ejecutivo se encuentre consolidado. «Es un dato que no agrada a nadie, pero las encuestas son relativas y de todas se pueden sacar conclusiones y aprender algo. Sabemos que la popularidad de la administración desciende en tiempos de crisis económica. Estoy convencido de que los datos irán mejorando a medida que pase el tiempo porque, si comparamos departamento por departamento, la gestión de este Gobierno aprueba con nota». Así se expresaba el lehendakari en la entrevista publicada ayer por el grupo Vocento.

Siete meses después de que tomara posesión del cargo, el lehendakari intenta representar el mismo papel que han hecho sus antecesores jeltzales, colocándose en un espacio central respecto a otras formaciones; en su caso, ante el PP y el PNV.

Del partido de Antonio Basagoiti destaca que «está haciendo una política inteligente en Euskadi, adaptándose a la peculiaridad del país. (...) Creo que se está ajustando a lo que tiene que ser una derecha civilizada y europea. Pero tenemos muchas diferencias con ellos».

En cuanto a la formación que dirige Iñigo Urkullu, también ve aspectos positivos en sus relaciones: «Ha habido una cierta evolución. Empezó yéndose al monte hablando de un golpe institucional. Ahora estamos ante un PNV que sigue siendo hipercrítico pero que también es capaz de buscar espacios para el entendimiento. Ojalá se centre en esa oposición constructiva, que es en la que nosotros estuvimos con Ibarretxe; incluso en los años de la consulta, buscamos espacios de entendimiento y aprobamos leyes relevantes».

Y sobre el «modelo de país» que busca, responde: «Nosotros proponemos hacer una Euskadi sostenible y solidaria»