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Los tres espeleólogos salen de la sima de Larra por su propio pie y en buen estado

A las 10.50 de ayer salieron a la superficie los tres espeleólogos que se habían quedado aislados el pasado miércoles en una sima del macizo de Larra, cerca de la Piedra de San Martín. Los miembros del equipo de rescate los localizaron en la tarde-noche del sábado, cuando ya habían comenzado a salir por sus propios medios. A pesar de haber pasado varios días sin alimentos y a tan solo 3 grados de temperatura, los tres se encontraban en buen estado de salud.

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Iñaki VIGOR |

Los franceses Damien Butaeye y Franck Maciejak y el griego Gregories Anastasopoulos son los tres espeleólogos que el pasado miércoles quedaron atrapados en la sima Romy, una de las más profundas del macizo pirenaico de Larra. Un sifón natural quedó inundado de forma inesperada y los tres especialistas en cartografía subterránea quedaron aislados de otros cuatro compañeros, quienes pudieron salir a la superficie y dar la voz de alarma.

Los equipos de rescate, integrados por una veintena de personas, estimaron en un principio que no sería posible que salieran a la superficie hasta esta noche, ya que no podían contactar con los tres espeleólogos y creían que todavía permanecían atrapados a 700 metros de profundidad.

Sin embargo, los tres hombres, con edades comprendidas entre los 31 y 37 años, consiguieron superar el paso del sifón por sus propios medios y comenzaron a remontar la sima por la misma ruta por la que habían descendido.

Según informaron ayer fuentes del equipo de rescate, decidieron detenerse a 450 metros de profundidad y realizar un vivac durante siete horas para recuperar fuerzas, ya que habían permanecido varios días sin alimentos y a una temperatura media de 3 grados.

Primer contacto

Fue a últimas horas de la tarde del sábado cuando los tres espeleólogos tomaron contacto con los miembros del equipo de rescate que habían descendido en su busca. Después de proporcionarles alimentos, bebidas calientes y ropa seca, y confirmar que estaban en buen estado físico, todos ellos continuaron la remontada de la sima. Por fin, a las 10.50 de ayer consiguieron salir al exterior, donde se vieron sorprendidos por el amplio seguimiento mediático.

A pesar de que han permanecido completamente aislados durante cuatro días, los tres presentaban buen aspecto y no tenían problemas de salud, según informaron los miembros del equipo médico que les atendió en el lugar.

Después de agradecer la ayuda recibida, los tres espeleólogos manifestaron que no esperaban que se pusiera en marcha una operación de rescate de semejante envergadura.

«No hemos pasado realmente miedo», aseguró Damien Butaeye, hidrogeólogo de 37 años, al tiempo que resaltó la «gran confianza» que han tenido durante el tiempo que han permanecido aislados.

Junto a él se encontraba el también francés Franck Maciejak, de la misma edad, y Gregories Anastasopoulos, un griego de 31 años originario de Creta, que no ocultaba su alegría por encontrarse al fin en la superficie mientras se abrazaba a sus compañeros.

Entre la veintena de personas que formaban el dispositivo de salvamento se encontraban cuatro grandes especialistas franceses en submarinismo de espeleología, quienes en la tarde del pasado viernes llegaron en helicóptero hasta las proximidades de la sima Romy para descender al encuentro de los tres hombres aislados.

Especialistas en explosivos

Antes de penetrar en ella, los cuatro miembros de élite comentaron que para ellos no suponía ningún problema superar el tramo del sifón que había dejado aislados a los tres espeleólogos, porque estaban muy acostumbrados a desenvolverse en ese medio.

Los equipos de rescate se dividieron en dos grupos, cada uno con dos de estos especialistas. Participaron también varios miembros de seguridad de montaña del CRS, espeleólogos de la Gerdarmería y voluntarios del grupo Speléo Secours, así como especialistas en explosivos por si era necesario desobstruir algún paso estrecho de la sima.

Finalmente, no fue necesario realizar ninguna actuación extraordinaria y los tres espeleólogos pudieron salir por sus propios medios, tal como habían pronosticado algunos de sus compañeros.

«La situación es preocupante pero no desesperada. Ellos ya han estado en esta cavidad en otras ocasiones y la conocen muy bien. Además, son unos espeleólogos con mucha experiencia y confiamos en que no tengan grandes dificultades para poder salir», habían manifestado el pasado viernes. Los hechos les han dado la razón.

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