Dignidad es la que ha demostrado ante el mundo la protagonista de este año que se acaba: Aminatu Haidar. Dignidad apoyada en su inteligencia y tenacidad y, sobre todo, en la fuerza que le da saber que su causa es justa. Aminatu está en casa, en el Sahara Occidental. Está donde quiere estar, en su país, aunque sigue secuestrada en su propia casa, cercada por el Ejército marroquí. Tenemos razones más que de sobra para que todas las muestras de solidaridad que ha recibido Aminatu se redoblen para liberar su país de la ocupación ilegal de Marruecos y conseguir la autodeterminación que de hecho y de derecho corresponde al pueblo saharaui.

Falta de dignidad la del Gobierno español y la Judicatura que con total impunidad se dedican a secuestrar y encerrar a quienes no están con el pensamiento único de «España, una y libre» que han heredado del franquismo y que cada vez se impone con más fuerza en el Estado español.

Dignidad que hace aguas, y falta de deontología profesional, es la de un grupo de comunicación que se dice nacionalista y democrático por «vender» una noticia que nunca tenía que haber sido publicada: la intervención de la correspondencia privada de Arnaldo Otegi, llevada a cabo por los retratados en el párrafo anterior.

Dignidad cada día más en juego hasta poder llegar a la indignidad desde la óptica nacionalista -justo la de quienes se arrogan este título-, es decir, EAJ/PNV, pactando lo que sea con el PSOE y con el PSE: desde la Ley del Aborto -orgulloso para más inri por haber introducido justo unas enmiendas que desnaturalizan el proyecto inicial- hasta los Presupuestos del Estado, así como los de la CAV y los de las diputaciones forales, aunque en los primeros y segundos no se les haya dado ninguna baza para introducir sus enmiendas. ¿Posible explicación? A mí se me ocurre que con tal de no perder cotas de poder en lo que ahora manejan -diputaciones- están dispuestos a seguir el juego del nacionalismo español que hoy por hoy tan bien representa el PSOE.

Falta de dignidad y cultura, y desprecio hacia uno de nuestros valores más queridos y patrimonio de la humanidad, el euskara, la del fantoche que gobierna Nafarroa por su «Gabón-soríon-chuák-isán eta nire desío hoberenák (...)» y por eliminar del Presupuesto Foral la mayor parte de la cantidad destinada a nuestra lengua, además de seguir erre que erre con que en «su» Comunidad no abortará ni una sola mujer.

Y ¿qué fue de Ahotsak? Asesinada en cuanto se celebraron elecciones y enterrada sin honores. Pero... a las puertas de 2010 ¿seremos capaces las mujeres vascas -nacionalistas, abertzales y democráticas- de constituir un lobby para trabajar realmente por la construcción nacional de Euskal Herria, desde el respeto a todos los derechos, como han sido capaces las Mujeres de Negro? Eso le he pedido a Olentzero, además de haber empezado a establecer contactos y a trabajar para ello. Por nuestra dignidad, espero que lo consigamos.