Un hombre que golpeó a su compañera sentimental hasta tirarla al suelo y que continuó agrediéndola aprovechando que sufrió un desvanecimiento ha sido condenado por un juzgado de Donostia a medio año de cárcel y a sesenta días de trabajos en favor de la comunidad.

El acusado mantenía una relación paralela a la conyugal con su víctima, a la que maltrataba desde el inicio de su relación, durante la que le insultó y la amenazó repetidamente. El episodio de mayor violencia contra la mujer tuvo lugar el 25 de diciembre de 2008 en el establecimiento en el que trabajaba la víctima. En ese local, el ahora condenado le propinó un golpe en la parte derecha de la cara que la lanzó contra el suelo, donde continuó golpeándola.

A pesar de ello, la mujer consiguió ponerse en pie e intentó tranquilizar a su agresor, tras lo que se dirigió al baño del local, donde sufrió un desvanecimiento y cayó al suelo de rodillas, circunstancia que fue aprovechada por el hombre para volver a golpearla, tras lo que la agarró de la cabeza y le dobló el cuello.

A consecuencia de esta agresión, la víctima sufrió diferentes lesiones de las que tardó siete días en recuperarse, dos de los cuales estuvo impedida para realizar sus tareas habituales.

Por otra parte, una mujer ha sido condenada a dos años y dos meses de prisión por maltratar a su compañero durante el tiempo en que ambos convivieron en Usurbil. Según recoge la sentencia, la acusada propinó un puñetazo en la cara a la víctima y le golpeó con una escoba cuando él le dijo que iba a luchar por la custodia de la hija de ambos. La agresora mantenía una relación paralela a la conyugal con su víctima, a quien sometió a diferentes formas de «violencia física y psíquica» por medio de «agresiones, insultos e intimidaciones» de manera «constante y habitual» mientras duró su relación sentimental aunque, en concreto, el escrito judicial cita una discusión mantenida en 2006 sobre el final de la relación sentimental que mantenían, en la que el hombre comunicó a la imputada su intención de «luchar por la custodia de su hija». La mujer «se puso agresiva, comenzó a insultar» a su víctima, tras lo que le propinó un «fuerte puñetazo» causándole lesiones de las que tardó cinco días en recuperarse.

Días después, la inculpada acudió a la ikastola para recoger a su hija a pesar de que no le correspondía, motivo por el que la profesora le recordó que ese día debía hacerse cargo de la pequeña su padre. Tras este incidente, la mujer se dirigió a su ex compañero y le amenazó diciéndole que lo iba a «pagar muy caro». A raíz de esta situación, el hombre sufrió «una sintomatología depresiva y un importante estrés postraumático».

Hijo acusado por maltrato

Por otro lado, un joven de Lasarte de 18 años que insultaba a sus padres, les agredía y se negaba a ir a clase ha sido condenado a realizar tres meses de trabajos en favor de la comunidad por un juzgado de Donostia.

Según el escrito judicial, los hechos se remontan al año 2007, cuando el acusado pidió cien euros a sus padres. Tras la petición se inició un forcejeo entre el hijo y el padre, quien sufrió un eritema en el cuello. El procesado volvió a exigir dinero a su madre, a la que habitualmente se dirigía con insultos, y al negarse, la empujó contra una puerta cristalera que se rompió. La sentencia considera al joven responsable de tres delitos de maltrato físico no habitual con la atenuante de toxicomanía, por lo que ha sido condenado a tres meses de trabajos comunitarios.