Cinco muertos en las revueltas contra el Gobierno de Irán
Las páginas web de la oposición en Irán afirmaron ayer que cinco personas habrían muerto en los enfrentamientos ocurridos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en Teherán. Las protestas contra el Gobierno de Mahmud Ahmadineyad coincidieron con la celebración de la Ashura, festividad religiosa de los chiíes. La Policía iraní, que primero negó los hechos, aseguró que los agentes no utilizaron armas de fuego y que no estarían implicados.
GARA |
La fiesta de la Ashura, la más importante y sagrada del calendario chií, se convirtió ayer en Irán en una jornada marcada por las revueltas entre manifestantes opositores al Gobierno de Mahmud Ahmadineyad y las fuerzas de seguridad.
Según distintas páginas web de la oposición al Gobierno iraní, al menos cinco personas perdieron la vida en los disturbios ocurridos en las calles del centro-sur de Teherán.
Las mismas fuentes indicaron que tres personas habrían fallecido en la emblemática avenida Enguelab, escenario de las revueltas en 1979. Las otras dos muertes también se habrían producido en el centro de la capital.
Uno de los fallecidos sería uno de los sobrinos del principal líder de la oposición, Mir Husein Musaví, según informó la página web opositora «Parlemannews». Habría resultado herido de bala en la calle Enguelab y habría muerto antes de ser trasladado al hospital Ibn Sina de la capital.
Pocas horas más tarde de que se conociera esta información el jefe de la Policía de Teherán, Azizulah Rajabzadeh, negó que se hubieran producido muertes. «La policía no ha disparado en Teherán ya que los agentes no llevan armas de fuego», afirmó el jefe policial.
Sin embargo, Rajabzadeh admitió que las calles Enguelab y Azadi, en el centro de la capital, fueron el principal escenario de las manifestaciones y que en los disturbios hubo heridos tanto entre efectivos de la Policía como entre los manifestantes.
Horas más tarde, el jefe adjunto de la Policía iraní, Ahmad Reza Radan, confirmó las cinco muertes, pero negó que los agentes estuvieran implicados. Según dijo, dos de los manifestantes fallecieron tras caerse por un puente, otro en un accidente y el último a tiros. Radan añadió que están investigando esta última muerte ya que la Policía no habría usado armas de fuego. También aseguró que en los incidentes habrían sido detenidas unas 300 personas.
Esta avenida de Teherán fue también el escenario de las protestas realizadas en el mes de junio contra la reelección como presidente de Irán de Ahmadineyad. En estos disturbios fallecieron decenas de personas. Desde entonces, la oposición ha aprovechado cualquier celebración o efemérides para retomar sus protestas.
Más disturbios
Las webs de la oposición afirmaron que también hubo revueltas en las provincias, incluyendo Isfahan y Nayafabad (centro), Shiraz (sur) y Babol (Norte). Los disturbios de ayer se producen en un clima de tensión política, agravada por la muerte la semana pasada del ayatolah opositor Hossein Ali Montazeri. En el funeral del ayatolah también se produjeron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en varias ciudades.
El Gobierno de Nicolas Sarkozy y la Administración de Barack Obama condenaron en sendos comunicados la actuación de las fuerzas de seguridad de Irán. La Casa Blanca condenó en una nota la «represión violenta e injusta contra civiles que tratan de ejercer sus derechos humanos universales en Irán».
Por su parte, el Estado francés rechazó las «detenciones arbitrarias» y la violencia cometida contra los opositores al Gobierno de Mahmud Ahmadineyad las calles de Teherán.
En el comunicado remitido por el Ministerio francés de Exteriores se asegura que los manifestantes que protestaban en la capital iraní pretendían «defender su derecho a la libertad de expresión y su aspiración a la democracia».
El Estado francés, se afirma en el texto, «manifiesta su gran preocupación como consecuencia de la violencia que acompañó hoy a las manifestaciones en el centro de Teherán». Asimismo, muestran sus condolencias a los familiares de las víctimas y «rinde homenaje a ese gran valor que honra al pueblo iraní».
Las autoridades francesas manifiestan además que, «frente a la persistencia de los movimientos populares y al agravamiento de la represión» es necesaria «una solución política» en Irán. GARA