Al menos diez personas murieron ayer y más de 60 resultaron heridas en un atentado suicida registrado en las proximidades de una mezquita chií de Muzzafarabad, capital de la Cachemira bajo control paquistaní.

El ataque tuvo lugar cuando una persona activó la carga explosiva que portaba durante una procesión de la Ashura, la más importante festividad religiosa chií, comunidad minoritaria en Cachemira y en el conjunto de Pakistán.

El canal Geo TV, citando una fuente oficial, elevó a doce la cifra de víctimas mortales en el ataque y precisó que el Ejército se desplegó en la zona.

Pese a que en la Cachemira bajo control indio son frecuentes los combates entre el Ejército de Nueva Delhi e insurgentes independentistas o islamistas, la zona bajo control paquistaní es una de las más seguras del conjunto del Estado.

El Gobierno de Islamabad ordenó el despliegue de miles de efectivos de las fuerzas de seguridad en todo Pakistán ante el temor de atentados de carácter confesional durante estos días.

Karachi y zonas tribales

También ayer, en la ciudad meridional de Karachi, una explosión causó al menos cuatro heridos, según una fuente policial citada por la cadena Dawn TV.

Las autoridades no consiguieron averiguar el objetivo del ataque, el segundo que se registra en Karachi en dos días después de que el sábado la detonación de otro artefacto explosivo durante una procesión chií causara heridas a más de una veintena de personas.

Los ataques de Muzzafarabad y Karachi se produjeron después de que ayer por la mañana seis personas, incluidos cuatro niños, fallecieran en la región tribal de Kurram, fronteriza con Afganistán, al estallar una bomba que tenía como objetivo la vivienda de un funcionario del Gobierno local, según informaron diversas cadenas de televisión paquistaníes.