Undécimo triunfo baskonista
Con el Cajasol en los talones
Walter Herrmann debutó por fin con la camiseta baskonista, en un partido muy defensivo que llegó apretado hasta el último minuto.
Koldo AKORDARREMENTERIA I
No estaba Alfred Hitchcock en los puestos de dirección, ni se encontraba Cary Grant en el reparto. Pero la tensión y agonía que se acumuló en las gargantas baskonistas ayer fue muy similar a la que se siente ante muchas de las películas del «maestro del suspense». El Cajasol nunca perdió por más de siete puntos, y la espada de Damocles de Joan Plaza amenazó constantemente con cortar el cuello baskonista.
No empezó nada bien el partido para los intereses de los locales. El equipo de Joan Plaza trató de cargar todo su juego sobre Teletovic, y con el buen hacer de Savanovic, logró la primera renta interesante de la tarde; 5-11. La reacción no tardó en llegar. Ivanovic, al que nunca le ha temblado la mano a la hora de sentar a sus jugadores, decidió dinamizar el banquillo. Y la dinamita funcionó. Huertas salió por Singletary con el cometido de proponer un duelo más físico. Barac salió por Teletovic y Ribas por English. La chispa que los tres jugadores imprimieron al duelo, permitió al Baskonia llegar con un aliviador empate (18-18) tras el primer tiempo.
El Baskonia no lograba subir de marcha, y seguía sin fluidez en ataque. Los andaluces, en cambio, se encomendaron al recién llegado Radenovic, y gracias a ocho puntos del serbio, el marcador volvía a sonreir al equipo de Plaza, 34-36. Un par de triples de Teletovic más tarde, al que la muñeca le tiembla aún menos que a Ivanovic, devolvía la ventaja al cuadro local, y algo de aliento a la afición gasteiztarra. Así, el descanso llegó con un poco apaciguador 40-39, que dejaba todo en el aire.
La reanudación fue un calco del inicio de partido. O incluso peor. Los hechos negativos se sucedieron al cargar la ya pesada mochila baskonista. Primero fue la cuarta falta de Splitter, y más tarde una técnica contra el banquillo baskonista. Si a ello le sumamos la pésima predisposición actitudinal en el rebote y la precipitación en ataque de los gasteiztarras, los andaluces se colocaron tres puntos por encima.
En ese oscuro contexto llegó el esperado debut de Walter Herrmann, y con él las esperanzas de un futuro ¯a corto y largo plazo¯ mejor. Su incorporación fue más que intensa en tareas de contención, y positiva en ataque. En la retina de los baskonistas quedará el canastón que el argentino logró nada más saltar a la cancha, a una mano, tras un perfecto reverso. Un bonito parcial favorable al Baskonia puso el 54-49 en la antesala del último cuarto.
Agonía casi controlada
Los nervios iban a flor de piel, y el partido entró en la típica fase del toma y daca. Earl Calloway y Ellis tomaban la iniciativa en el conjunto andaluz, mientras que English y Teletovic hacían lo propio con el Caja Laboral. No obstante, un triple lejanísimo sobre la bocina del bosnio volvió a encender a los baskonistas, y una falta técnica contra Joan Plaza provocó que la renta del Baskonia se ampliara hasta los siete puntos.
Ivanovic optó por descentrar al Cajasol dando entrada a dos aleros altos como lo son San Emeterio y Herrmann. Plaza respondió a la nueva estrategia con una defensa zonal, precedida por defensas a todo campo constantes. Sin embargo, el paracetamol contra la defensa zonal se llama circulación de balón. Y el Baskonia leyó bien el prospecto. El dinamismo fluyó en las manos de los locales, y tanto Splitter, como Teletovic, se encargaron de desatascar la cañería del juego gasteiztarra.
La defensa ha sido la piedra angular y eje central del discurso de Ivanovic desde que aterrizó en Gasteiz hace ya nueve años. Siempre se ha mostrado crítico con ese aspecto del juego, y nunca ha obviado que la defensa es lo que da las victorias. Sin embargo, ayer sorprendió a propios y extraños con un discurso en el que se agarraba al concepto antagónico, el ataque, como el aspecto en el que más deben trabajar. «Tenemos que jugar mejor, y lo podemos hacer. Hay que jugar más rápido en las transiciones para tener más opciones de ataque. Hace falta más velocidad ofensiva, para que el balón fluya», argumentaba el montenegrino.
Obviamente, el debut de Walter Herrmann protagonizó gran parte de la rueda de prensa. «Es un jugador que tiene mucha calidad, y por eso le fichamos», decía el técnico baskonista. «Se nota que ha estado mucho tiempo sin jugar, pero lo ha hecho bien. Le he metido sabiendo que nos iba a dar lo que ya sabemos de él; buscar opciones en el poste interior, o sacar faltas personales», continuó.
El israelí Lior Eliyahu no jugó ningún minuto en el día de ayer. Aparentemente no tenía ninguna indisposición, pero Ivanovic se encargó de aclarar el tema con un contundente, «no tenía ningún problema».
«Hay que estar contentos, porque hemos ganado a un equipo que está jugando a un gran nivel», sentenció el entrenador balcánico. La única crítica que Ivanovic quiso dejar para sus pupilos fue la falta de paciencia. «Nos ha faltado estar más tranquilos. Cuando teníamos rentas de 6 ó 7 puntos en estos partidos tan cerrados, hay que saber jugar con ello». K. A.
