El inmigrante que vende copias de música o películas pirateadas sobre una manta se ha convertido en delincuente por realizar una «actividad fraudulenta» que atenta contra los ultraprotegidos derechos de autor. Su futuro inmediato es la clandestinidad y, en caso de ser cazado, afrontar multas desorbitantes e, incluso, un expediente de expulsión. El fraude con comillas, se castiga y persigue, en cambio el fraude sin comillas y a lo grande sale gratis. Basta con el ejemplo del presidente de la Conferencia Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, que, a pesar de la quiebra de su aerolínea Air Comet y al desfalco de miles de millones, ha comido el turrón cómodamente en el sofá de su casa. Sólo en lo que se refiere a esta compañía, deja una deuda que puede ascender a cien milllones de euros, a 640 trabajadores en la calle y a unos 1.500 personas sin volar al día. El Ministerio de Fomento español ya ha anunciado que intentará recuperar los 4,5 millones de euros que ha invertido para asistir a quienes se han quedado en tierra y llevarlos a sus destinos. La siguiente pregunta es ¿a costa de quién? No creo que del bolsillo de Díaz Ferrán, a quien, por cierto, no se le ha visto el pelo por Barajas cuando es él quien debía de haber dado la cara y haber repartido la cena de Nochebuena a quienes ha timado conscientemente y sin reparo alguno. El fraude no acaba en Air Comet. A Caja Madrid, de la que es consejero, le debe 26,5 millones de euros y un juzgado ha obligado a Trapsa, otra de sus sociedades, a pagar un 3% más a los trabajadores, cantidad pactada de antemano.

Pese a estas credenciales, el 2 de diciembre, en la clausura de la Conferencia Empresarial 2009 Díaz Ferrán afirmó sin el menor atisbo de vergüenza que «hoy es más necesario que nunca reivindicar los valores de la economía de mercado» y que «los empresarios son la solución y no el problema». Que se lo pregunten a quienes han pasado las vacaciones más esperadas en los pasillos del aeropuerto madrileño.

De momento, Díaz Ferrán sigue ostentando su cargo en la CEOE como si nada y ninguna instancia judicial ha hecho amago de actuar contra él. Otros ya estarían en la cárcel o expulsados.